Es la reina del panal

Del trabajo duermo rumbo a casa,
a mi amor le siento a mi costado,
oprime en mí su cuerpo enamorado.
Siéndole cerca el tiempo ligero pasa.

Despierto feliz de la gloria banal,
concluyendo mi sueño, la realidad
me espera; amor de la divinidad
el beso mas dulce del mejor panal.

La alegría de su rostro es angelical
me abraza y tengo todo los laureles,
olvido el trabajo y los papeles.

En transparencia es niña de cristal,
brilla su semblante alegre y afable.
Vivir con ella la vida es amable.

Autor: Alcibíades Noceda Medina