La golondrina

El aire era diáfano y transparente.
Un torrente de luz lo inundaba…
Una golondrina que el cielo atravesaba
decidió, de pronto, posarse
y visitar un pueblo, muy feliz.
De la novedad y decisión tomada
autoridades que del hecho se enteraron
decidieron darle la bienvenida.
Prepararon un agasajo en su honor
y en un salón armaron una fiesta.
Músicos tocaban instrumentos
con tanto estruendo
que la pobre aturdida estaba…
Incienso quemaron
y esto mareó al ave.
La ceremonia se prolongó,
el cansancio y aburrimiento la agotó.
Para colmo, terminaron agasajándola
con todo tipo de manjares y licores
Todo estos excesos
terminaron matándola…

Muchas veces nuestro egoísmo
y falta de sensibilidad
nos hace incapaces
de ponernos en lugar del otro
y a imponer condiciones
que ese ser no soporta,
dañando su salud
y hasta cegando su vida.

Me encantó muñeca, te dejo mil besos en esa mano que crea tremendas poesías.

Muchas gracias, querida Kaina!!!

Muchas gracias, Marisa.

Tienes razón, termina con la salud y cegando la vida del ave al exigirle más de lo por sus condiciones podía tolerar; situación que vemos a menudo entre los humanos sin percatar que estamos llevando a ese ser al límite de sus posibilidades.

Complacida con tu paso por mis letras y tu comentario.

buena historia amiga...
siempre es bueno leerte.....siempre hay algo que reflexionar en tus escritos...
super saludos...

Muchas gracias, amigo Super.

Un saludo