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por Azael Alberto Vigil Dom Mayo 22, 2011 5:41 amQuién tuviera un par de alas para correr
Y un par de piernas para volar
Quién tuviera una poesía para hacer la paz
Y una bella tumba para enterrar la guerra.
Quién tuviera un acertijo para disolver al duende odio
Y la llave de la esfinge que guarda los secretos del amor cósmico.
Quién tuviera brazos para abrazarte cuando estás triste y sola sin tu ángel.
Quién tuviera la mentira perfecta que desvelara las verdades que se esconden a la vista
Quién tuviera lágrimas para llorar nubes en el desierto
Y hacer de las pirámides egipcias Oasis de conocimiento oculto.
Quién tuviera poder para caminar sobre el agua y multiplicar el pan del mundo,
Después de más de dos mil años sin profetas ni mesías.
Quién tuviera siete vidas para dejarse crucificar ocho veces
Y editar la Biblia sumándole los papiros del mar muerto.
Quién tuviera mil toneladas de perdón y clemencia
Y que al fin y al cabo Miguel y Lucifer bebieran del mismo cadiz.
Quién tuviera valor de escupirle la cara a un cura mal portado y besarle los pies a un mendigo y a una prostituta.
Quién tuviera pirámides de certezas para poder explicar lo inexplicable
Ver a dios en la cara y no perecer en el instante.
Quién?...
Y un par de piernas para volar
Quién tuviera una poesía para hacer la paz
Y una bella tumba para enterrar la guerra.
Quién tuviera un acertijo para disolver al duende odio
Y la llave de la esfinge que guarda los secretos del amor cósmico.
Quién tuviera brazos para abrazarte cuando estás triste y sola sin tu ángel.
Quién tuviera la mentira perfecta que desvelara las verdades que se esconden a la vista
Quién tuviera lágrimas para llorar nubes en el desierto
Y hacer de las pirámides egipcias Oasis de conocimiento oculto.
Quién tuviera poder para caminar sobre el agua y multiplicar el pan del mundo,
Después de más de dos mil años sin profetas ni mesías.
Quién tuviera siete vidas para dejarse crucificar ocho veces
Y editar la Biblia sumándole los papiros del mar muerto.
Quién tuviera mil toneladas de perdón y clemencia
Y que al fin y al cabo Miguel y Lucifer bebieran del mismo cadiz.
Quién tuviera valor de escupirle la cara a un cura mal portado y besarle los pies a un mendigo y a una prostituta.
Quién tuviera pirámides de certezas para poder explicar lo inexplicable
Ver a dios en la cara y no perecer en el instante.
Quién?...
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