Divago sobre el amor

Divago sobre el amor

Y del amor qué decir, son otras de tantas cuatro letras,
escritas al revés se lee roma,
y combinándolas aparecen palabras como omar y ramo,
se dice que justifica la propagación de nuestra especie,
mas sólo de la nuestra, porque no está probado
que cocodrilos y faisanes se apareen por que se aman.
También la muerte se asocia a esta palabra:
muerto de amor, morir de amor, matar por amor, el amor ha muerto,
Claro que la descomposición de los organismos es la misma
que la de aquellos que murieron de cirrosis o atropello.
Tampoco está probado que más allá de la muerte aún se ame,
por más que de ciertas tumbas broten flores
y que de una cruz alejada de estos tiempos
se viera una paloma brotar desde la muerte.
No niego que mi madre amó a mi padre,
pero más de un hijo no nació precisamente de este cielo,
más de algún amor no fue otra cosa que cansancio,
obsesión compulsiva, miedo al miedo o a estar solo,
sublimación de una carencia, apreciación
de tanta insignificancia o miseria compartida.
Lo más bello, me dicen los que amaron,
lo más cruel, aseguran los no correspondidos.
Algunos me señalan que siempre lo esperaron,
otros, con mujer y amantes, rodeados por sus nietos,
me confidencian que nunca ha aparecido.
¿En quien creer, en nadie,
o en todos los que lloran cual perdidos,
en la sublime barca del poeta
o en los náufragos comidos por los celos,
en tanta ensoñación cantada, escrita, dibujada,
o en el final aciago de un adiós sin más palabras?
Observo enamorados que florecen,
copulan, envejecen, se promesan,
y viven como un ángel cada beso
y mueren con la flor inmarcesible entre sus brazos.
Observo enamorados que desangran
su turbio desamor, su fe quebrada,
y firman un decreto o pintan casas,
ausentes ya de todo, cual fantasmas.
Ni el sexo lo salvó de su honda ausencia,
ni el rezo les volvió el color al alma.
Amor, vocablo amor, ¿sólo un vocablo,
tú qué me dices, flechador de cortas alas?

04 09 10

ufa el amor... hay tanto que decir de el...