Segmento de una historia incompleta
una profunda cavidad escondida en el limite de su vieja ciudad,
La pequeña ensenada entre restos de artimañas que viejos herreros nunca terminaron, se quiebran murallas consumidas, llenas de musgo, antiguas enredaderas, que de todo se apoderaron
Alunas, restantes columnas , destrozadas, nacen en uno de los bordes, perfilan el sol,
El camino antes, fácil de ser dicerinido u concebido ahora un rincón poseedor de recuerdos;
son pocos quienes aun comparten estos.
, extraño es que el encauce sea, centro de viejos y oscuros embaldosados caminos rotos,
De las ruinas, en el centro inclinada horizontalmente una mesa de piedra , tres metros de diámetro inclinados, quebrados corroídos, atacado su estado perseverante, consumado de ideas por el apoyadas, antiguas, ya olvidadas
Sobre ella parcial rueda de madera destrozada también, por tiempo, constituida antes tabiques de hierro en la piedra,
Por alguna razón la luz cae directamente en ella a ciertas horas de los días, se denota una amplia columna de luz quebrada de partículas de luz hacia arriba, bailan libres, vivas
Cauto, preciso, parece haber elegido el camino de tantos, lo recorre otra vez, como la hacia en su pasado lejano ya, tiene una criatura mas pequeña que el de la mano, cuando la suelta, esta se adelanta corre dentro del bosque , luego le pregunta.
Su figura es la de un hombre anciano, los huesos y la manta le forman, algo desencajado, cansado, su rostro es una maraña de barba gris, sobresalen sus ojos en cuales habita un brillo extraño, detrás de el lo siguen pocos haciendo preguntas que no responde.
Intervalo
El ciego anciano se apoya en su gran mesa, cavila y murmura para si, el niño lo observa.
Tajante la luz quebrada recae sobre el, sonríe una mueca serena
Viento calido hojas otoñales, herrumbre,
alza la cabeza de ojos ciegos
-juzguemos mucho certeramente, ignoremos la conciente tortura, reír de la verdad en las mentiras que imponemos, si , creemos al gigantesco monstruo, naufrago, fantasma de ultimas sombras,
-en instancia sepamos la identidad de sus ojos, creeremos ver en todos sus perfiles mascaras de horrendas expresiones, muestra siempre la que creemos haber querido ver…
Interrumpiéndolo,
de la nada , pequeños disturbios entere las sombras, murmurando, doblada su espalda, frágiles y torpes sus miembros, agobiado por su carga, surge, semejándose a una criatura de otro mundo con extraña fachada, y un semblante pesado . Cargando un gran volumen dentro de una manta oscura; adentrándose a la luz sigiloso y pequeño, rebela su carga y deposita el antiguo volumen en la superficie de la tabla, la luz se quiebra , pues de este surge ahora otra extraña ,emerge cuando comienza a rebelar su contenido, los ancianos escuchan, expectantes nuevamente, como lo hacían, y temen como otrora no lo hubieran hecho,
Esta nueva voz invade el lugar, fría se siente dentro, y tumultuosa como un inmenso mar adverso sus voluntades amenaza quebrar, sin embargo conocen como anteponerse, como conocen la mancha que dejará, y escuchan las palabras de uno de sus padres, muerto tiempo atrás. atrapado en las profundidades de su destino
“mis ojos, por los que nunca divise la enseñanza de los reales senderos que debieron ser; ciego ahora, en el curso del violento suceso, terrible engendro que deshace, ríe digiriendo la esencia , corrompe y ocupa el sitio, con su gigantesco brazo indica hacia donde e de dirigir mis pasos, encuentro en mis manos creadoras un invirtuoso caos, abominación de la cual un hombre puede generarse, el agua oscura y saciada de sangre corre por ellas.”
“quiero describir la hechura del mismo olvido, a estas eternas profundidades me veo ligado, encadenado, soy parte de una entidad, que contiene millares de criaturas despojadas de vida, su voluntad hace de nuestras negras almas esclavos, de la monstruosa y pérfida estancia que parece ser construida por nuestros lamentos y nuestras lagrimas de sangre, nuestra demencia es la imagen del mismo aqueronte, donde un rió de sangre mana y nos atrapa para fluir eternamente olvidados,”
“Titánica visión del ser, regente de verdad en el espíritu del hombre, que extirpa,
alimentándose de esta de aquellos destinados a el, inhumano, forjado en la estructura abismal, la oscuridad y vasta inmensidad en las ruedas que construyen infinitas profundidades, morada de los impíos, conquistando vida y muerte”
una profunda cavidad escondida en el limite de su vieja ciudad,
La pequeña ensenada entre restos de artimañas que viejos herreros nunca terminaron, se quiebran murallas consumidas, llenas de musgo, antiguas enredaderas, que de todo se apoderaron
Alunas, restantes columnas , destrozadas, nacen en uno de los bordes, perfilan el sol,
El camino antes, fácil de ser dicerinido u concebido ahora un rincón poseedor de recuerdos;
son pocos quienes aun comparten estos.
, extraño es que el encauce sea, centro de viejos y oscuros embaldosados caminos rotos,
De las ruinas, en el centro inclinada horizontalmente una mesa de piedra , tres metros de diámetro inclinados, quebrados corroídos, atacado su estado perseverante, consumado de ideas por el apoyadas, antiguas, ya olvidadas
Sobre ella parcial rueda de madera destrozada también, por tiempo, constituida antes tabiques de hierro en la piedra,
Por alguna razón la luz cae directamente en ella a ciertas horas de los días, se denota una amplia columna de luz quebrada de partículas de luz hacia arriba, bailan libres, vivas
Cauto, preciso, parece haber elegido el camino de tantos, lo recorre otra vez, como la hacia en su pasado lejano ya, tiene una criatura mas pequeña que el de la mano, cuando la suelta, esta se adelanta corre dentro del bosque , luego le pregunta.
Su figura es la de un hombre anciano, los huesos y la manta le forman, algo desencajado, cansado, su rostro es una maraña de barba gris, sobresalen sus ojos en cuales habita un brillo extraño, detrás de el lo siguen pocos haciendo preguntas que no responde.
Intervalo
El ciego anciano se apoya en su gran mesa, cavila y murmura para si, el niño lo observa.
Tajante la luz quebrada recae sobre el, sonríe una mueca serena
Viento calido hojas otoñales, herrumbre,
alza la cabeza de ojos ciegos
-juzguemos mucho certeramente, ignoremos la conciente tortura, reír de la verdad en las mentiras que imponemos, si , creemos al gigantesco monstruo, naufrago, fantasma de ultimas sombras,
-en instancia sepamos la identidad de sus ojos, creeremos ver en todos sus perfiles mascaras de horrendas expresiones, muestra siempre la que creemos haber querido ver…
Interrumpiéndolo,
de la nada , pequeños disturbios entere las sombras, murmurando, doblada su espalda, frágiles y torpes sus miembros, agobiado por su carga, surge, semejándose a una criatura de otro mundo con extraña fachada, y un semblante pesado . Cargando un gran volumen dentro de una manta oscura; adentrándose a la luz sigiloso y pequeño, rebela su carga y deposita el antiguo volumen en la superficie de la tabla, la luz se quiebra , pues de este surge ahora otra extraña ,emerge cuando comienza a rebelar su contenido, los ancianos escuchan, expectantes nuevamente, como lo hacían, y temen como otrora no lo hubieran hecho,
Esta nueva voz invade el lugar, fría se siente dentro, y tumultuosa como un inmenso mar adverso sus voluntades amenaza quebrar, sin embargo conocen como anteponerse, como conocen la mancha que dejará, y escuchan las palabras de uno de sus padres, muerto tiempo atrás. atrapado en las profundidades de su destino
“mis ojos, por los que nunca divise la enseñanza de los reales senderos que debieron ser; ciego ahora, en el curso del violento suceso, terrible engendro que deshace, ríe digiriendo la esencia , corrompe y ocupa el sitio, con su gigantesco brazo indica hacia donde e de dirigir mis pasos, encuentro en mis manos creadoras un invirtuoso caos, abominación de la cual un hombre puede generarse, el agua oscura y saciada de sangre corre por ellas.”
“quiero describir la hechura del mismo olvido, a estas eternas profundidades me veo ligado, encadenado, soy parte de una entidad, que contiene millares de criaturas despojadas de vida, su voluntad hace de nuestras negras almas esclavos, de la monstruosa y pérfida estancia que parece ser construida por nuestros lamentos y nuestras lagrimas de sangre, nuestra demencia es la imagen del mismo aqueronte, donde un rió de sangre mana y nos atrapa para fluir eternamente olvidados,”
“Titánica visión del ser, regente de verdad en el espíritu del hombre, que extirpa,
alimentándose de esta de aquellos destinados a el, inhumano, forjado en la estructura abismal, la oscuridad y vasta inmensidad en las ruedas que construyen infinitas profundidades, morada de los impíos, conquistando vida y muerte”
Última edición por Myrross el Lun Nov 29, 2010 8:04 am, editado 2 veces
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