por luis tejada yepes Mar Sep 21, 2010 11:06 pm
Los ojos hambrientos
en busca del destino,
aquí todo es entrañable,
en la intimidad de la época,
al igual que las abejas, terco,
exploro tácitos reinos
para así entrar en la historia.
La eternidad
no puede ser profunda,
los silencios y las mentiras que queman
sabiendo que transforman la historia
pueden incinerarla repentinamente
¿y la ceniza?,
polvo del mañana.
Hemos llegado a la última hora,
cuando el espíritu se le escapa a la carne,
cuerpos que no fueron del agrado del alma,
para hablar de la vida:
¡Eternidad!
amenaza loca y terrible.
El cielo otra vez,
detrás de este profundo agujero
¿Estará Dios condenado a ser celoso de mi pasión?
No me gustan las profundidades de un mundo en
donde la muerte nos depara el futuro.
Como todos tenemos que morir,
prefiero, ustedes saben,
lleno de un poco de dolor,
sopesar la cruel realidad:
No quiero esa eternidad absurda,
¿Qué haría en ese
intolerable más allá?
Última edición por luis tejada yepes el Vie Sep 24, 2010 2:00 am, editado 1 vez
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