1
Tengo los ojos cargados con una mitad de siglo,
¿Cuándo envejece el corazón?
Sí, terrible frío, frío que carcome las rodillas.
Allí la carne tan fuerte, que podía hasta romper
el vidrio de las ventanas,
¿qué viene a continuación?
ser demasiado perfecto, con aire divino.
Como un sueño de bienaventuranza,
el corazón se desplaza y el cabello gris,
duermo un tiempo que de mí abusa,
pero estoy tranquilo, pues ya desperté.
Estoy por lo tanto como el suelo:
viejo, tengo los ojos cargados con una mitad de siglo,
ya me corresponde ir desocupando.
2
Escribo por la noche con una idea que se desarrolla
de la manera de siempre,- solitario por las estancias-
con el conocimiento de la materia
que da olor y calor a mis poemas,
sí, vivo, sí alegría que calma mi momento lírico,
luz, aliento afectuoso,
¡noche brillante!,
sobre la que alumbra la luna llena.
¿Siente una flor y su respirar se convierte en
irradiación de sonido, su color suave estimula la melancolía,
levanta los ojos y apaga el dolor en la arena
y especialmente deja las lágrimas
enredadas en una flor de amapola,
en una roca, en un bosque o en una ola?
Entonces tiene el alma controlada por un corazón que
detiene su sangre caliente en torno al paisaje,
si está en el invierno, nieva en las tristezas y se disuelve
en las rosas que esperan la primavera.
En las mariposas que permanecen brevemente
en vuelo abierto al campo, sin constatar una distancia,
que deben morirse, igual a un olor, a un suspiro,
sin dejar de ser ellas, sin perder su elegancia.
Alma dispuesta a rechazar todo lo injusto,
que se niega a detener normalmente la alegría,
que purga sin final el dolor
que en el sueño conspira contra la vida.
Rayo luminoso de sueños y colores
y por lo tanto del por qué de la belleza
-son terribles sus silencios –
alma de fuego ordinario que se niega a ser encerrada en su forma,
causa de los sueños de la tierra…
!alma de poeta!
3
La desdicha se convierte en una sombra,
aire que respiro, mi agonía,
profundo túnel donde se pierde una soledad.
Soy todavía el que es,
el que vive con devoción en su mundo tranquilo,
que es eterno, que es viejo, que es joven
que es abierto, que es lacrado,
que siempre es eso.
Una raíz que desciende en la profundidad
más negra que su grito,
que absorbe la luz de una vida verdadera
y que espera reflejarse en los espejos de un futuro.
Veo que en la tierra tengo flores, luces, canción,
simplemente los poetas somos así,
lo cierto es que no es la belleza
que irradia las luces de la alegría,
es el pájaro con alas de fuego,
no es la belleza de unos ojos,
es el amor ambiguo.
que considera que se ama la hermosura,
que fluye a su suerte en las manos de la muerte.
4
El pensamiento se lleva adentro,
nace en medio del corazón,
es necesario decir las cosas
que son restauradas por el mar.
Un aire de colores de la rosa en la llama,
una llama que pone el fuego en los ojos,
que es todo y concentra en la etapa
que pasó sin el dolor,
para vivir los minutos,
las horas, para tener días,
para crear.
Para ser inmensurable,
para solicitar ser el sol y el aire
desenfrenado de antes de los siglos,
por los colores y las tonalidades,
en los relojes, en los olores,
al lado del juego y el sueño del silencio,
de la palabra limpia,
creada por los libros,
la revolución de la palabra,
debe estar basada en la revolución de las ideas,
fulgor de la poesía,
a alcanzar finalmente las gamas
para plasmar las palabras muertas.
5
Camino lentamente por laberintos profundos,
con el borde del ojo miro
el nacimiento del movimiento y el bosquejo
que he robado con el cuerpo.
Una hoja cae
inventa nuevos mundos y
la preocupación sobre la palabra,
con ello recuerdo que el tiempo es
conocimiento que se pierde
en el escurrir debajo del agua cristalina.
Alrededor de todo, para creer,
registro otro sueño
en el miedo que es mi carne,
la muerte de cada noche,
sueño que me llama.
Para dar vuelta a un rumor
y un símbolo para ver,
pinto precipitadamente su faz,
periódico de la vida,
cerrando la puerta indiferente a todo.
Grito como desplazando los relojes del miedo,
hiero el tiempo perdido,
me lanzo para rectificar
la verdad repentinamente en el viento,
cara interior de un espejo
descubriendo la propia cara.
Vivo en la era de los sentidos,
el cuerpo como la memoria
en la trastienda, pero por esta razón,
la fuerza aplicable está en la cabeza.
6
Mi paso terrestre,
oscilación de mi cuerpo,
un altar adornado
mientras los ojos dejan su aire lacustre
y la ligereza de una lágrima.
Sobre mis heridas descubro un desventurado color negro,
que clava sus ganchos afilados en el corazón.
Sé que no escupiré sobre
la imagen blanqueada de mi muerte,
ni en las cenizas frescas de este galopar
al borde del abismo que es mi vida,
¡oh, la vida!, ave perdida entre la bruma.
La decisión mortal es mi destino,
doblaré las alas junto a mi cuerpo
como pájaro que sufre observando en la sangre
el camino que debe navegarse.
7
Al final de los callejones sin salida,
cavernas en las cuales se pierde el perfil en el espejo,
luminosidad de un destino enmudecido,
nervios, sangre y carne, puñado de polvo,
un día debo hacer una pausa, pues
mañana seré huesos de dama vieja, destruídos.
La última esperanza que conservo,
como los dolores,
mi vida a las puertas del tiempo,
mi desnudez son los espejos,
mis músculos, los dientes y mi barba
dan la vuelta para manchar la alfombra.
8
La noche para creer hacer la vida,
suprimiendo el espíritu del temor infantil,
día de la duda en el sitio marchito,
donde no tendré nunca pensamientos,
cierro los párpados
sobre la alfombra de la civilización,
como un augurio que se volvió furioso
como un tiro entre las cejas.
En las manos, los traumas,
aquél no es un lugar para nadie,
es una cáscara sangrienta
y estoy cansado.
Deben ayudar a conocerme, es mi vida,
y desde la distancia así mismo,
la infancia alejada de los días de los años felices,
tiempo en los cuales el olor de la miel era el bálsamo.
9
Laberinto de un bosque impenetrable,
pronto iré de la floresta
al concreto de las ciudades hostiles,
donde mi nombre parece otro nombre,
mi cara otra cara.
Mientras tanto los ríos dibujan en la distancia,
en su profundo lecho, en la arena,
en el agua que guardará más tarde,
inscripciones exactas.
La vida es música, esperada siempre por mí,
el regalo, que doy en extremo, un color de rosa,
lujo en el bosque, las raíces verdes de mi tierra,
y cualquier cosa, más un esquema.
10
Por lo que me arrastro,
tanto la vida, tanto la alegría,
el aislamiento y los gritos,
una historia larga complicada,
que se convierte en un regalo.
Al mediodía estalla el sol de verano,
levanto los ojos hacia las dunas y
prometo no realizar arreglos en la arena,
la voz demasiado lejos,
solamente la respiración,
humedad del cuerpo,
que cuando llega el sueño
y los recuerdos, se evapora.
Quijote de la luna,
sin el viento y los molinos,
con frecuencia lejos de mí mismo,
constituyo con mis acciones
la dirección errada para no ir hacia el
horizonte del destino.
Ciertos días tienen dejos tristes,
es como si en ellos la vida hiciera una pausa,
pantallas oscuras, pensamiento vano,
las flores modestas se marchitan rápido.
En la distancia perdida, el cuadro de una época que no existe;
una ilustración, una eternidad que disturba,
un silbido que se convierte en palabra,
testimonio de mundos internos,
testigos de la intensidad de la luz
y la miseria de mi pequeña vida.
Ansioso, lejano,
la piel presta al mundo mi carne,
que no le alcanza para articular la voz,
para decir que soy interno, débil,
y la oscuridad inaudible del mundo,
¡demasiado!.
Yo, allí,
la voz inalcanzable, eternamente,
al borde de estallar dentro en palabras,
para reconocer que la noche durmió
en fuegos de una vida vana, diversa.
Noche sin fin, estancia vacía,
el tiempo que pasa,
que ruge a lo lejos,
lamentos de una lluvia de recuerdos en el ático.
nueva vida de las cosas al amanecer,
vuelta a la llave,
árbol inclinado a la tierra se derrumba,
sueños no soñados,
universo en su abismo.
11
Alma que deja sus hojas y flores dispersas,
una flor de amapola que puede ser una pantalla,
un bosque y una ola, ciclón preocupado que
ruge sobre los mares y duerme en una cascada suave.
Alma que no es obstáculo, que está ahí simplemente,
sangre caliente en torno a las aguas,
que soñó despertarse en la primavera.
Alma que durmió y esperó ser eterna,
nieva en las tristezas y se disuelve pronto,
que permanece brevemente, abierta al campo,
sin constatar una distancia.
Alma que debe morirse, de un dolor,
de un suspiro, sin perder su elegancia,
que posee normalmente la alegría,
que yerra sin culpa en el fuego del pensamiento.
Alma que viaja lejos, viento que levanta la vela fina,
que se despierta por primera vez en su vida entera,
alcanzando ese lugar tranquilo donde la brisa
transita libre por los bosques y peñascos.
12
El despertar está en mis manos,
sabores imposibles y de colores,
el día, cruzando al amanecer,
las nubes coloreadas, embriagando los sueños,
y el suspiro ahora,
propone la belleza,
que es canción de la mañana
para combinar con las palabras,
para mantener con las cenizas.
Para ir en torno a todas las formas,
para estimular el milagro,
para exponer alrededor del relámpago
para poner en el fuego y
encontrar los sueños para almacenar,
para tener el gusto del viento,
para recordar los viajes hacia el tiempo
a la manera de un impacto.
Estoy aquí para la verdad del discurso,
soy material, debo pesar mis palabras por dentro,
una imagen que canta con los colores de rosa,
me escruto, me sacudo, con la paz de los latigazos
para seguir siendo más, alrededor de las palabras,
alrededor de la vida, alrededor de la eternidad.
La vida aparece como sueños de mi niñez,
pronto me despierto para verla encantar,
pero no la encuentro,
la busco en mí mismo.
13
La rueda del tiempo no se detiene
los caminos no son los mismos,
es un mundo de sueños y mañanas.
Son ilusiones que se alejan,
se van sin dejar huella,
sólo el vacío del pasado sobrevive
en una tierra de incendios y humaredas,
en un país donde todo es a golpes de silencio.
Mis ojos escrutan la oscuridad
buscando una razón para mi miedo,
me encuentran en el sueño sin retorno
y alargan la noche más allá,
buscando el sol en una fábula opaca,
donde las sombras no serán más que sombras,
en el centro del alma,
y yo, la espina de un grito
en un espacio al que un día le llegará su fin
y no volverá del país de la nostalgia.
Es inútil manotear el reflejo
en las aguas del cristalino espejo,
imagen irónica de mi ayer,
recuerdo abrupto de mi existencia incierta,
pues siempre regresará con su rumor de silencio.
No abro más camino por entre los árboles,
ni enciendo de nuevo la lámpara mojada,
cierro los oídos a los cantos del ayer,
al ruido del carruaje y los caballos
sobre el sendero de piedras y de espinos.
El agua permanece sin cauce,
el viento ruge afuera,
quiero que siga existiendo la noche ,
la brisa golpea los cristales cubiertos de ceniza,
el aire del llano empuja los árboles,
sacudiendo con miedo en la playa,
la almeja sin cubierta.
14
Hablo por hablar,
ondulación del fuego,
hablo del diario que llega,
de la tierra que mi cuerpo saluda,
hablo de ser pacífico,
del tiempo que nunca se recupera,
de sonreír…
Observo alrededor:
¡todo se ve!
Querría conocer el nombre de los
que hablaban conmigo en el sueño:
Con ellos construiría un puente…,
un puente entre lo soñado
y las dunas móviles de las palabras.
Hablo con boca de color,
de los acontecimientos mágicos,
de historias de dioses y hombres,
de lo que significa el
hablar del mundo que el obrero forja,
del campesino quien combate solo,
del poeta…
Hablo y hablo, así muchos días,
hablo y hablo de mí y no sé qué…
hablo sin descanso.
15
La avenida indiferente y sus ruidos,
mi presencia rara entre las aceras desnudas.
Este desplazarse sobre mí,
detenidos los días al exterior del tiempo.
¡Arrástrenme, lo quieren gentes del norte, turbas!
el sector urbano, casi prolongación de mi existencia,
de mi calor de antes,
quien no arregle sus mañanas en estas calles que tenga cuidado,
ignoto el paisaje, muy necesario a los ojos de todos.
Pero ellos no existieron, se ocupaban en los almacenes,
el pájaro de la longevidad vuela por las gargantas oscuras,
se da la vuelta buscando en vano su descanso
entre las calles, entre todas las calles,
y la ilusión es una hoja que cae
a la cual el viento agitó y el sol doró,
basurero enorme,
o quizá querría tomar un autobús,
o un coche que utiliza las luces solares, ida y vuelta,
el paisaje es probablemente bonito.
Allá, hacia abajo, todo se aplasta:
los sectores de la calentura,
las vías secundarias detrás de la catedral,
las memorias después de accidentes olvidados,
han huido hacia abajo,
a la orilla del mar y a la cumbre de la tierra, invadiendo
todo, cual langostas.
16
Luz que encontró una nueva vida,
un papel en el que la vieja historia escribe
la misma cosa para poder volver a olvidar
lo que se expone y se apaga .
Devoro sí, el fuego es mi hambre,
una llama que equilibra
la propensión a sumergirme en mí mismo,
un magma que bloquea las imágenes.
El juego, la vuelta, las muertes,
el antes y el después, el café,
el tiempo que utiliza la prioridad de disminuir cada vez,
los hermanos, la escuela, la simiente,
el ruido de la música en las venas.
Historias que al mezclarse,
nombran y flamean en un bosque bajo el que
soy un rayo que expone y envuelve la noche
levantada por mí como un volcán de sueño.
Ilustraciones, libros, lápices y papeles,
las flores, un recuerdo, el nombre perdido,
las señales de la vida y la muerte.
Juego como cometa al viento,
porque toda la tierra es mi firmamento,
a la pasión que expreso puedo jugar,
aún soy joven y canto,
creo en la curiosidad del cuerpo.
Por demasiadas horas flamea el deseo,
lo abro en la breve opacidad,
en una luz brillante que no se ve,
parado , desmadejado,
desaparecido el control,
elijo la incertidumbre
más que la indiferencia.
La protesta cada vez mayor,
con la vacilación de la estrechez
del lugar de estar en la vida,
intacto en mi crepúsculo,
practicando a favor de un rato único,
vuelo con la libertad
del aire del bosque,
como el pájaro que oscila en la rama
y que al menor suspiro se asusta.
17
Como hombre que escribe y devora sus palabras,
creo una fábula en la tierra del ladrillo,
la pared decolorada rasga los cielos,
todavía parece que se desenreda en el espejo.
El agua rodea la tierra en su era,
el viento devora los vidrios,
una voz para creer,
la causa de la palabra,
el secreto de su corazón abundante.
Todo es tiniebla, ceguera,
sílabas de colores,
con el fuego muere florecido,
cosecha en la luna pedregosa,
sabor de las cosas que disturban la sangre,
que consideran las ausencias,
tierra prometida,
el deseo de un sueño primordial,
y en el flujo de los ríos, que es repentino,
debajo de un cielo pesado,
dice la verdad de los hombres.
Empujo lentamente por laberintos profundos,
con el borde del ojo, miro
el nacimiento del movimiento y el bosquejo
que he robado con el cuerpo.
Una hoja cae,
invento nuevos mundos y
la preocupación sobre la palabra,
con ello, recuerdo que el tiempo es
conocimiento que nos perdemos
en el escurrir del agua cristalina.
Alrededor de todo, para creer,
registro otro sueño
en el miedo que es mi carne,
la muerte de cada noche,
sueño que me llama,
para dar vuelta a un rumor y un símbolo para ver,
pintando precipitadamente la cara,
periódico de la vida,
cerrando la puerta indiferente a todo.
Grito como desplazando los relojes del miedo,
hiero el tiempo perdido,
me lanzo para rectificar
la verdad repentinamente en el viento,
cara interior de un espejo,
descubriendo mi propia cara.
Vivo en la era de los sentidos,
el cuerpo, como la memoria
en la trastienda , pero por esta razón
la fuerza aplicable está en la cabeza.
18
¿Quién dió la señal ?
Desde cuándo nos despojamos del manto de paz ?
¿En qué momento las melodías
se cambiaron por el redoblar del tambor ?
Millones de habitantes marcharon a su alrededor,
de los cielos brotaron siniestros relámpagos
que enfurecidos incendiaron los campos,
al sonar del clarín, la juventud se perdió en la montaña,
en el ocaso de la tarde los obreros y campesinos
cambiaron las herramientas por el fusil,
por las carreteras marcharon los convoyes militares,
los niños juguetearon con sus ruedas.
La sangre reventó y bañó las banderas
que flamearon en lo alto.
Ya no había llantos exquisitos,
sólo el ruido ronco de los obuses que golpearon,
los versos ya no rimaron,
la algarada callejera fue su reemplazo.
Las flores temblorosas se marchitaron,
no saludaron al sol en su cenit,
el cincel labró los huesos
entre la orgía de brillantes explosiones,
las voces de la guerra vibraron
en todos los rincones de la patria.
Los alcázares de derrumbaron ante el fuego arrollador,
las lágrimas y las plegarias ya no importaron,
sólo se oyó la voz:
¡ Recoged los muertos que esperan su mortaja !.
Ya no inspiran las estrellas paridas en la noche,
ni la transparencia de corrientes parlanchinas,
sólo la fuerza arrolladora de las tropas y
el fragor de la batalla.
19
Sueño con generales, soldados y guerrilleros,
todos en la misma fila,
compartiendo campamento,
sin odio ni rencores,
mezclados en el campo,
armonizados con las montañas y las verdes praderas,
sin tiempo, en el espacio,
abrazados en la eternidad del universo,
unidos en un solo canto,
los corazones latiendo
al ritmo del flujo de los ríos, de las olas y del viento,
de la identidad diversa de mi pueblo,
en la inmensidad de la geografía de todos,
en los campamentos
sin vigías ni avanzadas, en la bella noche
cobijados por la pálida luz de la luna.
20
Sueño con los ejércitos en los cuarteles,
expectantes a defender la patria
de agresiones extranjeras.
Sueño con la izada de la bandera tricolor todos los días,
con la ¡libertad!...
En el sueño vuelo con las alas
del cóndor del escudo,
veo desde las alturas la ancha geografía de la patria en paz,
los campesinos labrando la tierra,
sin acechos ni amarguras,
los caminos recorridos por los obreros y estudiantes
con la fe puesta en un futuro próspero.
Vuelo a lo largo del Pacifico y del Atlántico,
oigo silbar el viento,
cruzo el espacio y me proyecto en el horizonte,
lejos, lejos, muy lejos,
sobre los cincuenta millones de habitantes
en un destino común, una sola identidad.
La brisa agita las banderas de la vida,
espectáculo soberbio,
arrogante de riqueza y paz,
sueño, sueño, sueño,
y no quiero despertar.
21
Coloqué pacientemente la lámpara
en la solitaria penumbra de la conciencia,
un rugido distante,
es el eco de las voces
de los muertos de la patria.
Manchas de sangre en un río llamado
hermano de los héroes,
oigo fuera la plegaria de la injusticia
que llegó tenebrosa a donde los hombres pobres,
ráfaga asignada al viento,
aposento del país de las caras largas,
movimiento mudo,
insomnio de la pesadumbre.
Sé que nadie está en la piel
más de la cuenta,
pero nuestro tiempo no puede ser recortado,
somos cuerpos que no saben
donde se asientan los corazones,
¡inconscientes!
que es nuestro mayor pecado.
Vuelve la luz lentamente,
a lo lejos, las angustias se apartan,
allá el mediodía,
a pesar de ello
se encienden las estrellas.
22
Mis maneras internas oscuras,
los que saben, sobre el corazón afuera,
a veces levantan la luna roja sobre mí,
o sostienen flores extrañas.
Dicen que hay un árbol de mi vida en retiro y
el dolor va en aumento en su injusticia,
la luz de la luna en la abundancia dice:
¡ hay que cantarle a la libertad !
Sé que allí no hay muertes,
porque de manera viva, ella
se alegra con las flores embriagantes
que están en mis manos.
Si les colocan las cadenas al cuello,
las flores del tiempo lluvioso
abren sus corolas ya y
la alegría muere a su alrededor.
Esencial a mi corazón extraño,
las rosas que son nuevas
al amor que se descubre en mí,
es el alma que crece,
para arreglar tiernamente la tierra.
Sin la función de la amargura,
¿cuál alegría debo conquistar primero?,
sinfonía extraña de mis risas
en el curso tranquilo de una inocencia.
La luz, las hojas, flores de un día.
el sueño, canción precoz,
y la ilusión, hacen
llorar las risas sobre mi boca.
Vine a cambiar los dolores por la libertad,
que es posterior a mi reino,
nació un sol misterioso,
la mañana es la alegría.
Luz que encontró una nueva vida,
un papel en el que la vieja historia escribe
la misma cosa para poder volver a olvidar
lo que se expone y se apaga.
23
De lo construido sale la nueva vida,
la carne fatigada, el sueño, el desierto,
la travesía del sol, los propósitos,
fantasma valioso que la mente disocia,
alma invisible de antes de cumplir las metas que se cerraron.
Revolución de la tierra que vendrá,
ruido sin luz alrededor del lugar común para vivir,
tardes de viento del recuerdo que llegaron
con la lluvia y con ella los sueños.
Quisiera hoy tomar la arena húmeda
para sacar de mí las cuatro paredes de la rutina,
buscar la leña para hacer un fuego al lado de un río
y transformar lo que se hace de sí mismo
en algas, estrellas de mar,
sueños al mismo tiempo dispersados
como mariposas temporales,
descripciones, esperanzas, rueda de engranaje,
inertes formas que obstruyeron mi niñez.
El vacío lejano se cierra
para dar vuelta alrededor
de la nieve que fue hecha por el pensamiento,
invierno con su blanco ropaje enlutado.
24
Hoy Tengo gusto de la vida,
tengo gusto de vivir,
siento que estoy como roca,
el otro que vive en mí despertó
exigiendo silencio a los tiempos
con fugacidad y encanto sigiloso.
En competencia con el vacío
el cuerpo se defiende,
traduce los retos,
danza armonioso,
crea imágenes.
.
En las colinas la tempestad de truenos es aplaudida,
la ventana es abierta para el viento congelado,
la ausencia de severidad
deja la aprehensión lamentable para poder sonreír.
El alma se confunde distrayendo al cuerpo,
caja vacía transformada en espacio para confiar,
para ser el si mismo de la realidad
que está intentando hacer el milagro.
Hoy la vida es un viento,
más que un viento, más que un tornado,
no hay ningún dolor bajo la tierra ni bajo el alma,
la sangre es una armonía roja,
calma con voz afectuosa.
Vuelvo a sentir el choque que agita,
cuerpo y batalla imaginaria,
ojos cerrados al sombreado de la vida
que quiso ser modificada por manos extrañas.
[left]
Última edición por luis tejada yepes el Mar Sep 21, 2010 3:40 pm, editado 3 veces
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
» CREPÚSCULO: breve cántico
Dom Nov 03, 2024 2:26 pm por eledendo
» Del esplendor imposible
Mar Oct 01, 2024 8:03 pm por caminandobajolalluvia
» Del esplendor imposible
Miér Sep 18, 2024 2:45 pm por eledendo
» Te digo adiós
Mar Sep 10, 2024 11:53 pm por kin
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Miér Ago 21, 2024 7:06 pm por jorge enrique mantilla
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Lun Ago 19, 2024 12:03 pm por jorge enrique mantilla
» Llegué tarde
Mar Ago 06, 2024 6:20 pm por jorge enrique mantilla