Vente y no dudes
siquiera un minuto
que aguardo tu entrada
a mi monte humedo.
Toma mis caderas
y muévelas a tu antojo,
invítalas a bailar
y rico tango, sedoso.
Sabor a mí tienen tus labios
pues encontraste entre mis muslos,
el mar de tu aventura
lo que tanto anhelabas.
Y he dejado que en él
se pierda tu boca,
mientras te invito muy lento
a penetrar mi caudal.
En lo inmerso de tu llegada
ciñen tus manos mis pechos,
los vistes con tu piel
que asemeja el terciopelo.
Embiste mi hambre
con pqueños trozitos de tremura
y hazme sudar...
Con el calor de tu venir.
Dame de beber
que la trementina espera,
el oleaje febríl
de tu fantasma sexual.
Registrado en Safe Creative
¤¤ NEPHERTITI ¤¤
S. Ålejandra L. M.
Todos los Derechos Reservados.©
Solamente contigo me siento viva, pues eres como el aire... Tan fugáz, tan repentino.©
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