Los ojos de Bernandina no alcanzan al arenal (III)

Los ojos de Bernandina en el arenal,como luciérnagas te impregnan luz a tu pensamiento,son como hilos finos luminosos que te incitan a seguirlos,¿qué hacer en éstos últimos momentos de mi vida?,piensas.Y es que ella te dijo que en tres días con sus mañanas,tardes y noches te cuento la vida de "la divina",mujer impregnada en tu ser en éstos últimos segundos de tu existencia,que se hace una eternidad.Fantasía,tus ojos están sumidos ahora frente a los de ella,te inquietas,comienzas a soñar,comienzas a morir.Le dices,está bien,cuéntame,que al final seré cadáver o un simple esquizofrénico dispuesto a confundir la vida real por uno de fantasía.y ella comienza su historia,tú cierras los ojos,te ataca una sordera de miles de años que se reducirán a tres días.Observas sus ojos,candentes,luciérnagas eternas;sus labios invisibles te detallan sinsabores que no los alcanzas a descifrar;callas,ya no hablas por que estás frente a una extraña que cuenta historias inverosímiles,cuentos imposibles de hallar;las horas pasan,se disuelven;los días te encuentran sumiso ante esos ojos que te observan detenidamente tu cansancio;sus labios desfigurados por el hechizo del carmín son insaciables para las palabras.Tres días han pasado ya,el agotamiento no te ha vencido,no has escuchado la historia...una lágrima viertes frente a esos ojos de hechizo...te sientes morir lejos de ella,de "la divina".Paradoja del destino,¿estuvo o no estuvo Bernandina frente a tí?,cabilabas caminando rumbo a la vía de la Panamericana Sur,hallándote de improviso con una mujer jóven cuya figura era entre agradable y no agradable para tus sentidos...recuerdas que te dijo ¡Hola1,ven conmigo,pareces mareado,tomado en copas,vamos,vamos a la ciudad...me llamo Linda y quiero ayudarte.Subiste a un vehiculo acompañado de ella,la neblina,densa neblina de las cinco de la mañana testigo fue de tu desaparición del arenal...Bernandina no había concluido su relato y tu ya estabas en la ciudad de mas de diez millones de habitantes,el eco de la voz,de la mujer de ojos de brasa acuchilló tus oidos,pero ya estabas lejos,muy lejos de ella.