Del padre a su hijo
El cielo no es la ventana
que habrá de cumplir tu sueño,
mejor lo cumple el empeño,
que no la súplica vana.
No ha de llegar más temprana
la aurora porque te afanes,
pero serán más los panes
de aquel que no espera al sol,
en tu alma hay horno y farol
para que al cielo le ganes.
Recuerda eso sí, recuerda
que la batalla es contigo,
no es el otro tu enemigo,
si tú ganas no es que él pierda.
Todos tiramos la cuerda
por sostener la esperanza,
sea en un mar de confianza
o en un desierto de inquina,
sólo sobre aguas camina
tu pie si el del otro avanza.
Si no el naufragio es de todos,
la nave no llega a puerto,
más bien valiera estar muerto
que en trampas o en acomodos.
Cierto que existen los lodos
de la ambición y el desprecio,
cierto que más gana el necio
vendido al mejor postor,
cierto que el triunfo es dolor
cuando es sobre otros su precio.
Por eso, te lo repito,
nunca mezquines tu mano,
recuerda que en el gusano
la mariposa da el grito.
Las huellas del infinito
están en tu alma y tu frente,
no marches indiferente,
no busque en las estrellas,
junto a ti busca las huellas
que en ti ha buscado la gente.
Así pues, hijo, tu abrazo
de todos es primavera,
yo vi su fruta primera
teniéndote en mi regazo.
Yo vi levantar tu paso
y hoy veo lo que has andado,
siempre he de estar a tu lado
lleno de orgullo y de asombro
y en cada humano te nombro
sabiéndote bienamado.
01 06 10
El cielo no es la ventana
que habrá de cumplir tu sueño,
mejor lo cumple el empeño,
que no la súplica vana.
No ha de llegar más temprana
la aurora porque te afanes,
pero serán más los panes
de aquel que no espera al sol,
en tu alma hay horno y farol
para que al cielo le ganes.
Recuerda eso sí, recuerda
que la batalla es contigo,
no es el otro tu enemigo,
si tú ganas no es que él pierda.
Todos tiramos la cuerda
por sostener la esperanza,
sea en un mar de confianza
o en un desierto de inquina,
sólo sobre aguas camina
tu pie si el del otro avanza.
Si no el naufragio es de todos,
la nave no llega a puerto,
más bien valiera estar muerto
que en trampas o en acomodos.
Cierto que existen los lodos
de la ambición y el desprecio,
cierto que más gana el necio
vendido al mejor postor,
cierto que el triunfo es dolor
cuando es sobre otros su precio.
Por eso, te lo repito,
nunca mezquines tu mano,
recuerda que en el gusano
la mariposa da el grito.
Las huellas del infinito
están en tu alma y tu frente,
no marches indiferente,
no busque en las estrellas,
junto a ti busca las huellas
que en ti ha buscado la gente.
Así pues, hijo, tu abrazo
de todos es primavera,
yo vi su fruta primera
teniéndote en mi regazo.
Yo vi levantar tu paso
y hoy veo lo que has andado,
siempre he de estar a tu lado
lleno de orgullo y de asombro
y en cada humano te nombro
sabiéndote bienamado.
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