A LA TERCERA EDAD

A LA TERCERA EDAD
Si por suerte o milagro has llegado a los años Entas,
profundo y peñascoso despeñadero se te presenta:
Enfermedades, desprecios, traicones, engaños.
que irán en aumento, a medida que pasen los años.
A quienes Dios, ha dado buenos y agradecidos hijos,
no tendrán necesidad de cruzar el gran precipicio.
Sus hijos, velarán por su seguridad y tranquilidad
y rodeado de respeto, atenciones y cariño ¡Vivirá!
Si no tienes esa suerte; serás sabio como el cerdo,
que no suelta la manteca hasta que está muerto.
Si en vida, regalas tus bienes a los seres queridos,
ten por seguro, que olvidado morirás ¡En un asilo!
Si terminas en la pobreza y sin que nadie te quiera,
dormirás bajo los puentes, en portales y en aceras.
En clínicas y en hospitales, de caridad te asistirán
y al cansarse de verte, al manicomio te enviaran.
Porque toda falta o delito, tiene perdón en la tierra,
menos, el oprobioso pecado, de quedar en la miseria.
Si llegas a viejo con dinero; serás ¡Enamorado divertido!
Si llegas a la vejez siendo pobre; serás ¡Viejo pervertido!
Un débil e inseguro puente, cruza el profundo abismo,
es de hamaca, angosto, movedizo y muy resbaladizo;
el único paso, al quimérico Reino de la Tranquilidad.
Donde se encuentran la paz, el sosiego y la serenidad.
Para cruzar ese puente, cuatro cosas deberás hacer:
Armarte de valor, iluminarte con la luz del entender.
Encomendar al Todopoderoso, a los seres que más amas
y arrancártelos del corazón, de la mente y del alma.
Ni sus lágrimas, ni sus lamentos te deben de importar.
¡Ya les diste todo! En tu porvenir es que debes de pensar.
¡Cuida! Que no te traicionen ni la lástima ni la bondad,
de lo contrario, con guacalito en la mano ¡Mendigarás!
Al Reino de la Tranquilidad, todo tu oro deberás llevar,
recuerda, que ciencia y tecnología, avanzan cada día más.
Se clonan los órganos, los huesos, los tejidos, todo se podrá,
pero sin dinero, la ciencia y la tecnología, no te ayudarán.
¡Acércate a la orilla del abismo! ¡Mira lo que te espera!
Hospitales, asilos, manicomios, mendicidad y tristezas,
mofas, burlas, bochornos, regaños, desprecios y afrentas.
!Víboras entrelazadas! Son las ingratitudes en la tierra.
Lo peor, que puedes hacer; es quedarte a esperar,
a que sea el tiempo, el que sin piedad te haga rodar,
a lo abismal, a lo más profundo del derrumbadero;
cuando ya no tengas fuerzas y ya no tengas dinero.
Todavía estas a tiempo de empezar una nueva vida,
tienes todo lo necesario, todo está en que te decidas.
A cambiar y a ser como un niño, para poder soñar,
de que la vejez, sabiéndola vivir, es ¡La mejor edad!
Terrible, es la ineludible realidad que se debe de afrontar.
Que ingrato y despiadado final, espera a la Tercera Edad.
Que para no caer a las profundidades del cruel precipicio.
deben romperse las cadenas del pasado y ¡Cruzar el abismo!

[b]Oye, amigo Ignacio. ¿Este poema no te lo había leído ya por ahí...?

Recaredo escribió:[b]Oye, amigo Ignacio. ¿Este poema no te lo había leído ya por ahí...?

ASI ES ESTIMADO AMIGO
LO LEISTE EN POEMAS SOCIO POLITICOS
DE TODAS MANERAS SIEMPRE AGRADECIDO.
TERCERA EDAD, NO HA TENIDO LA ACOGIDA QUE ESPERABA, TAVEZ NO SE, QUIZAS POR NO SER BUENO O PÒR HABER EN EL CAFE POCAS PERSONAS MAYORES; SOLO TU LO COMENTAS EN POEMAS GENERALES
SIEMPRE AGRADECIDO
IGNACIO.

[b]No te preocupes por eso, amigo Ignacio. Todos tenemos poemas que no han sido comentados conforme a nuestras perspectivas. Yo, por ejemplo tengo bastantes... Y no pasa nada. Lo importante es seguir escribiendo. Ya sabes como es este oficio... A pocos poetas en vida se la han hecho reconocimientos. Tú sigue escribiendo, y quien sabe; a lo mejor algún día damos con la piedra filosofal... Abrazos amigo.