Índice
Últimas imágenes
Conectarse
por En el lecho de tu inmensidad
la espuma de tu cabello se desmorona
entre las sábanas de estupor y de larga
anatomía...
Tú eres cálida, no fría
y la sustancia de tu cuerpo es vulnerable
al paraíso.
Entre tus pechos la fragancia es de oro y menta,
y el perfume de tu vientre
es el egoísmo de mis ojos
de ave ciega.
Sólo el tacto invade tu silencio
y desde tus poros
tus pies son el principio de caricias
en la selva de la noche,
agonizante,
bajo la esclavitud de tu mirada.
Tus piernas mueven la quietud,
y las horas pasan lentas con la lentitud
de las caricias
sobre tus muslos agobiantes, cambiantes.
La virtud de sostener un relámpago de miel
en el reverbero debajo de tus brazos
es la misma virtud
del cauce
de las aguas que sostiene tu racimo
como un fulgor soleado
entre el resplandor, la chispa y el olvido.
Así la tenue esfera que nos contempla de la Luna
es dócil en la mirada de tus ojos,
y desde tus labios la palabra
se vuelve fruta almibarada
entre el cálido rubor
que ahora acompaña
los suspiros.
la espuma de tu cabello se desmorona
entre las sábanas de estupor y de larga
anatomía...
Tú eres cálida, no fría
y la sustancia de tu cuerpo es vulnerable
al paraíso.
Entre tus pechos la fragancia es de oro y menta,
y el perfume de tu vientre
es el egoísmo de mis ojos
de ave ciega.
Sólo el tacto invade tu silencio
y desde tus poros
tus pies son el principio de caricias
en la selva de la noche,
agonizante,
bajo la esclavitud de tu mirada.
Tus piernas mueven la quietud,
y las horas pasan lentas con la lentitud
de las caricias
sobre tus muslos agobiantes, cambiantes.
La virtud de sostener un relámpago de miel
en el reverbero debajo de tus brazos
es la misma virtud
del cauce
de las aguas que sostiene tu racimo
como un fulgor soleado
entre el resplandor, la chispa y el olvido.
Así la tenue esfera que nos contempla de la Luna
es dócil en la mirada de tus ojos,
y desde tus labios la palabra
se vuelve fruta almibarada
entre el cálido rubor
que ahora acompaña
los suspiros.
» Desde la ventana
» Por qué, la guerra?
» Tu cuerpo se desviste...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-