No sacas nada con regresar del olvido
pues es tarde para eso llamado amor
y mi adolorida alma ya no tiene tu color
pues se ha extinguido nuestro nido
ya no me siento tu joya preferida,
esa que ostentabas, cual cimera conquista
y que luego, frívolamente, arrojaste a la ventisca
olvidando y esperando que saliera de tu vida
y ya no sueño despierto contigo
como antes: Cuando ni pensar podía,
en otra realidad que tu aroma a poesía
suplicando caricias, cual miserable mendigo
fuiste mi único abrigo, lo reconozco,
el único idioma que conjugó mi corazón:
Ese juguete barato que rompió la falsa pasión
pero ahora, finalmente, te desconozco.
Y no me pidas que te vuelva a amar:
por qué ni millones de milagros podrían conseguir
que olvidase todo el llanto, lo que me hiciste sufrir
cuando por ti hubiese podido a todo renunciar
Lo siento por tu orgullo, y creo que debes pensar
que un cazador, por hábil, termina agotando sus trucos;
O quizás, tú también, solo eres un niño de mamelucos
y si creías que eras perfecto, te volviste a equivocar
pero yo no te podría, otra vez, volver a amar:
mi alma marchita ya no es tierra cultivable
déjame seguir viviendo como ermitaño abominable
y vete a jugar al don Juan: que te falta mucho ensayar…
pues es tarde para eso llamado amor
y mi adolorida alma ya no tiene tu color
pues se ha extinguido nuestro nido
ya no me siento tu joya preferida,
esa que ostentabas, cual cimera conquista
y que luego, frívolamente, arrojaste a la ventisca
olvidando y esperando que saliera de tu vida
y ya no sueño despierto contigo
como antes: Cuando ni pensar podía,
en otra realidad que tu aroma a poesía
suplicando caricias, cual miserable mendigo
fuiste mi único abrigo, lo reconozco,
el único idioma que conjugó mi corazón:
Ese juguete barato que rompió la falsa pasión
pero ahora, finalmente, te desconozco.
Y no me pidas que te vuelva a amar:
por qué ni millones de milagros podrían conseguir
que olvidase todo el llanto, lo que me hiciste sufrir
cuando por ti hubiese podido a todo renunciar
Lo siento por tu orgullo, y creo que debes pensar
que un cazador, por hábil, termina agotando sus trucos;
O quizás, tú también, solo eres un niño de mamelucos
y si creías que eras perfecto, te volviste a equivocar
pero yo no te podría, otra vez, volver a amar:
mi alma marchita ya no es tierra cultivable
déjame seguir viviendo como ermitaño abominable
y vete a jugar al don Juan: que te falta mucho ensayar…
Miér Ene 22, 2025 7:07 am por jorge enrique mantilla
» Los Sabios de Oriente
Miér Ene 15, 2025 3:23 am por caminandobajolalluvia
» MUERTE DEL SILENCIO [Dedicado a García Lorca y seguidores]
Miér Ene 15, 2025 3:07 am por caminandobajolalluvia
» EN TU AMOR
Jue Dic 12, 2024 2:17 pm por eledendo
» MERCADERES DEL TEMPLO
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
» CREPÚSCULO: breve cántico
Dom Nov 03, 2024 2:26 pm por eledendo
» Del esplendor imposible
Mar Oct 01, 2024 8:03 pm por caminandobajolalluvia
» Del esplendor imposible
Miér Sep 18, 2024 2:45 pm por eledendo
» Te digo adiós
Mar Sep 10, 2024 11:53 pm por kin