Ora a mi vida.

Las enrredaderas de mi vida
Se sucumben sin cesar
Amadas de la más fría alegría
Con la que muchos, como yo,
Logramos sentir en la pura verdad.

Los ojos claroscuros del azar
Tropiezan con la líbida gracia,
Bendita, del suave respirar.
Ora a Dios, Universo
O como lo quieran llamar.

Pues hoy entre risa y risa
Mi alma sinfín divaga sin parar
Dentro de la codicia
Como lo es mi infinita vesania,
Que con mentiras a poco, logra avanzar.

Y sola con la absurda nimiedad
Susurro una despedida
A la incosciencia divinidad.
Que martilla mi cerebro
Con mucha vildad.

Lo sé ¿qué más da?
Torbellino de chaladura
Comienza a atolondrar
Cada una de mis neuronas
Con el fausto cinismo, servido en caviar.

Luchándo contra las moscas
En ese péntano a amarrar,
Donde se reune mi incongruencia
A muy fácil delirar
Siendo grotesca ¡qué barbaridad!

Dicen "no te sabes remediar"
Excluída de corduda
Me podrán alienar,
Pero aún así me iré
Y con ostentosas ganas lo voy a gritar.

Siniestra Nostram.

[b]De modo que te estás quitando las enredaderas y piensa escapar a otro lugar. Ya me dirás si lo consigues porque yo llevo intentándolo mucho tiempo. Abrazos.

En cualquier momento seré una sirena, Recaredo. Eres mi Poseidón, sólo tú sabrás adónde fui a parar... A ese mágico lugar... mi mar.
Gracias por comentar, amigo.