y melodiosos cantos de Sirenas
se abrió aquel puño prieto,
sin ofrecer ninguna resistencia.
Los símbolos cayeron en la nieve,
igual que en el asfalto las estatuas,
y un cuchillo de hielo
cercenó nuevamente la esperanza.
Igual que la primera y la segunda,
la tercera intentona fracasó.
Y de nuevo,
por desidia burócrata y cobarde;
muy cerca de la gloria prometida,
retrocedió la masa,
a su cubil de bestia
sometida.
¡No insistas Espartaco!
Porque al esclavo todavía le siguen
gustando sus cadenas.
Recaredo.
Miér Ene 15, 2025 3:23 am por caminandobajolalluvia
» MUERTE DEL SILENCIO [Dedicado a García Lorca y seguidores]
Miér Ene 15, 2025 3:07 am por caminandobajolalluvia
» EN TU AMOR
Jue Dic 12, 2024 2:17 pm por eledendo
» MERCADERES DEL TEMPLO
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
» CREPÚSCULO: breve cántico
Dom Nov 03, 2024 2:26 pm por eledendo
» Del esplendor imposible
Mar Oct 01, 2024 8:03 pm por caminandobajolalluvia
» Del esplendor imposible
Miér Sep 18, 2024 2:45 pm por eledendo
» Te digo adiós
Mar Sep 10, 2024 11:53 pm por kin
» Arrugas
Vie Ago 30, 2024 7:28 am por jorge enrique mantilla