Desde pequeñísimo planeta
en los confines cósmicos
en compañía
de un increíble niño
de mirada asombrada
-el Principito-
veo pasar bandada de aves…
en un arrebato,
vuelo con ellas…
ingrávido,
me sumerjo en el vértigo
del espacio tiempo,
en agujeros negros increíbles,
de los que emergí con ansias
de un infinito más profundo,
y llego a un planeta rojo
con océanos de sangre,
en el que ardí en llamarada
para, finalmente,
ser solo ceniza,
una nada destinada
a disolverse en extraños
mundos multidimensionales...
tantos siglos fui solo uno,
prisionero de un cuerpo concreto
-pura ilusión-
lleno de pavor
por la trascendencia…
¡Ahora soy en incontables
sitios al mismo tiempo!
¡Qué feliz me hace
esta multiplicidad!
¡Qué cobardía el vivir
aferrado a la Tierra!
¡El adherirse a las formas
constituye la más grande infamia
contra uno mismo!
Delia Checa - D.A.R.
Mendoza, Argentina
Mendoza, Argentina
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