CASCADA ANGELICAL

En lo alto se abren compuertas invisibles
y un torrente de cristalinas
aguas se precipita al vacío, majestuosa,
besando la falda de la montaña.
Acompaña un estruendo que por momentos
es solo el retumbo de una ola lejana
de un inexistente mar.
Se extasían los ojos ante la cortina líquida
que termina convirtiéndose
en ondulada cabellera
de una diosa imperturbable
ante la visión del infinito.
Millones de gotas, cual pequeñas lupas
reflejan la luz del sol -implacable
y severo guardián del paisaje-
e inesperadamente, se confabulan
en ofrendar un arco iris impactante,
digno complemento del paisaje de ensueño.

Delia Checa – D. A. R.
Mendoza, Argentina - 2020