ME ENSEÑASTE

ME ENSEÑASTE

Sostengo el mundo que invita a tus pasos andar junto a los míos.
Mi mano es amplia, fuerte en su raíz donde he pesado los siglos y tú cuerpo balancea el equilibrio.
He sido una parte de la balanza
de mis generaciones, escapadas con descaro entre los márgenes limitados de una hoja blanca.

Me enseñaste que amar es soportar, aguantar palpitaciones y excesos maratones de lujurias y lágrimas, es respirar por un agujero único, donde solo cabe tu rostro.

Me enseñaste que amar es un jardín prehistórico donde florecen los gestos y sonidos olvidados, donde temblar es seguir sin cansancio los Salientes rupestres en las cavernas sin inviernos, donde se cultiva el fuego tuyo y el mío.

Sostengo nuestro mundo por que eso me permite cargar la dicha de tenerte conservada, en un espacio civilizado superior al recuerdo.
Me enseñaste que amar es elevarte por encima de todo, más allá de las estrellas donde enmudecen los astros, que elevarte es soñar despierto sin la necesidad de cerrar los ojos y no perder un detalle mientras te deseo y ofrezco rondas de lujurias y arrebatos de sexo.

Me enseñaste andar sin soledades sobre las cuerdas más seguras que atan las esquinas necesarias de tu vida.
Gracias por la desnudez y el sudor, la fatiga y tu risa,
por guiar mis andanzas entre los pétalos clandestinos
de tu rosal húmedo.

Una prosa poética que impacta por su belleza.
¡Felicitaciones!

Tus palabras son miel para el alma. Gracias.

Brillante Leobet! Un abrazo fraterno!!!!


Ale

Gracias amigo mío. Un abrazo.