ALGO DE MI SOLEDAD

¿Cómo romper el llanto de una ola si los mares de mis ojos naufragan en la distancia con las gaviotas que saben mi nombre? Ermitaño, de una isla sedienta de voces, de rostros posibles cercanos a la luna. Llevo sobre mi espalda la miseria de un tiempo saboreado en las arenas de los desiertos feroces de la soledad.

He mutado a la bestia, en el follaje interminable de las acacias, rasgando la corteza para cubrir mis garras del frío. Fui primavera, después manantial y hoy me desconozco frente a los espejos de mi suerte. Fui sombra, reflejo de luz sin luz, espada envainada eternamente con doble filo. Canté en las guerras del alma y mi coro fue el viento, desposé a las hadas y los duendes santificaron mi beso.

Nadé junto a las sirenas saboreando en sus colas el vino místico de los reyes babilónicos, de vicios colmé las orillas obligadas del descanso. Levanté muros, crié cordilleras empujadas por mis manos, de las montañas más altas robé la esencia.

Así, únicamente así, me adentré sin respirar la duda en el mundo de templos grises donde los pueblos vibran de hambre, rechinando lamentos en los portales de las ciudades reencontradas al final de los laberintos de las horas. Así deslumbré por mis tertulias indiferentes y a deshoras, Así amé de la esperanza los senos estrellados del delirio con recompensas.

Ahora busco a una madre que ha desaparecido en mi exilio, a unos hijos cansados de esperarme frente a los atardeceres ociosos de mi ausencia con nombres. Ahora, un hábito de soledad se apodera del verbo, una diosa angustiada pasa fugaz y me hace el amor sobre la espuma de los ríos... Decidme soledad: ¿Cuándo te cansarás de gritar mi nombre?

Querido amigo: qué belleza, Leobet!
El vino de tus letras, en un pálido rubí, embriaga de amor la fineza de tu pluma! Exquisitas letras para sentir y saborear, mientras se trasluce las dulces imágenes y tropos magníficos de retórica insaciable...

Tu luz ha despertado a los duendes y a las hadas, inmersos en la bahía reconfortante de tu profundidad, y el oro, el cobre el bronce y los metales de las estrellas se funden en un nocturno silencio de adorada súplica y de un colapso amoroso, gentil, en el reverbero del tiempo...


Te felicito amigo querido lo has logrado una vez más qué belleza tu poesía!!! Eres grande amigo Gracias por tus letras y por compartir tu exquisita pluma y tu adorada sensibilidad!

Un abrazo fuerte nunca nos dejes amigo siempre quédate con nosotros!

Un abrazo fraterno!

Ale

Amigo mío me has tocado el alma. Solo decirte, gracias poeta por tus palabras, gracias poeta por tanto.

Un abrazo fuerte querido amigo sigamos adelante con nuestra inspiración!!!!