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por hectorzapa Jue Dic 21, 2023 6:34 pmElla y El
Corro las cortinas de mi cordura
es hora de que los niños salgan a jugar
madrugada espesa y noctilucente
me arropas con tu fría armadura.
Mis presos políticos se escabullen
caminan sigilosos sobre las trampas
de mi sitio.
Prefabricada de mis abismos
tu nombre me asusta por las ventanas
me despierta y me agrede.
No digo mas
de lo que no me conviene
de lo que no te mereces
de lo nulo que te interesa.
A veces te miro taciturno de pasos
aullidos desde tus ojos lejanos
una pena en el aire que exhalas.
A veces quisiera salvarte
es tan cansado llevarte a cuestas
y es tan triste vivirte muerto.
Estoy cerca tuyo,
mi boca se ausenta,
mi voz huye a mis adentros,
mis ojos maniatados rompen sus ataduras
y me inundo de tantos sabores.
Son 5 para las 7 y me sigo preguntando,
entre paso y paso todo es distinto,
mi incertidumbre pregunta
cuanto mas.
No puedo amarte, ser atroz y violento
opacas el espíritu que quiero darte
es tan cansado cargarte a cuestas
de lo que haces y de lo que no haces.
Aquel niño de puntapiés en el brazo
aun no lo dejaras salir a jugar?
Piedra oceánica salitrosa
Cuando te perdonaras.
Llevo una linterna por espada
llévame a tu desierto,
tundra de tu pecho
callejones solitarios.
Llévame a tu reino de asuras
atraviesa mi cuerpo de las espinas
aplasta mi pecho con aquel suspiro
colapsado y reprimido.
De los gestos muertos, una luz, un brillo
una chispa de ojos, una duda,
una mano sobresaliendo del mar.
No te vallas, ilumíname una vez mas
los días han torcido mi cuerpo
ausencia que desgasta mi alma
soy la peor versión sin ti.
Olas que se compilan sutilmente
me alejan del muelle de tus pupilas
pasan las hojas del tiempo
Pasajeras del olvido
Mis ojos te alcanzaron un minuto
otra vez en el sitio de rosas que trace
vuelve a sonreír delante mío
savia curativa de mi mundo
Drógame con tu dolor
que merezco esta obscuridad.
Letra: Héctor C. Zapata
Corro las cortinas de mi cordura
es hora de que los niños salgan a jugar
madrugada espesa y noctilucente
me arropas con tu fría armadura.
Mis presos políticos se escabullen
caminan sigilosos sobre las trampas
de mi sitio.
Prefabricada de mis abismos
tu nombre me asusta por las ventanas
me despierta y me agrede.
No digo mas
de lo que no me conviene
de lo que no te mereces
de lo nulo que te interesa.
A veces te miro taciturno de pasos
aullidos desde tus ojos lejanos
una pena en el aire que exhalas.
A veces quisiera salvarte
es tan cansado llevarte a cuestas
y es tan triste vivirte muerto.
Estoy cerca tuyo,
mi boca se ausenta,
mi voz huye a mis adentros,
mis ojos maniatados rompen sus ataduras
y me inundo de tantos sabores.
Son 5 para las 7 y me sigo preguntando,
entre paso y paso todo es distinto,
mi incertidumbre pregunta
cuanto mas.
No puedo amarte, ser atroz y violento
opacas el espíritu que quiero darte
es tan cansado cargarte a cuestas
de lo que haces y de lo que no haces.
Aquel niño de puntapiés en el brazo
aun no lo dejaras salir a jugar?
Piedra oceánica salitrosa
Cuando te perdonaras.
Llevo una linterna por espada
llévame a tu desierto,
tundra de tu pecho
callejones solitarios.
Llévame a tu reino de asuras
atraviesa mi cuerpo de las espinas
aplasta mi pecho con aquel suspiro
colapsado y reprimido.
De los gestos muertos, una luz, un brillo
una chispa de ojos, una duda,
una mano sobresaliendo del mar.
No te vallas, ilumíname una vez mas
los días han torcido mi cuerpo
ausencia que desgasta mi alma
soy la peor versión sin ti.
Olas que se compilan sutilmente
me alejan del muelle de tus pupilas
pasan las hojas del tiempo
Pasajeras del olvido
Mis ojos te alcanzaron un minuto
otra vez en el sitio de rosas que trace
vuelve a sonreír delante mío
savia curativa de mi mundo
Drógame con tu dolor
que merezco esta obscuridad.
Letra: Héctor C. Zapata
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