Navego en tu cuerpo de nieve y oro...

Navego en tu cuerpo de nieve y oro…

(Para Flavia Di Urien)



Me deslizo en tu cuerpo, nieve y oro,
perfume de las flores más fragantes
melodía de tus olas mudables,
en el cuerpo, fragancias coronadas…
No gobierno la lumbre en mi mirada,
-hechizo de tu piel- vuelve al acecho,
desnudo el pecho; rosas en la miel,
tu cuerpo roba lauros y jazmines…

Ooh desnuda, robaste de las flores,
no de su elíxir manantial de amores,
consumo del ardor de ebrios colores,
las llamas buscan fuego, tu alba: hielo…
Ooh desnuda, tomaste mis pasiones,
y apasionado encuentro, llamas diera
perfume del amor, cual contuviera,
dolido tu dolor, furor que escoges!

Apasionado encuentro, bienamada!
Rosas de tu clamor, llama si austeras,
todo el sabor escoge las primeras,
y son tus muslos sombra en las heladas!
Eres un frío mar que el mar encuentra,
espuma y agua cerca de mi páramo,
oblicuo viento yace en las esperas,
dorado tu cabello, primaveras…!

Eres el Sol, el agua, más temprano,
de aguas a las aguas que tramontan,
y sólo aguas lloran tus vaivenes,
bajel desnudo sólo soy: tu flecha…
Eres el sol, la luna: mar y endecha,
conjuro de la flor de tu simiente:
enamorada ausencia que transcurre;
de mar y lentas clámides de flores…

Ejército de miel y Oro sombrío,
ya pueblas timonel de mi navío
y encierras con tus artes fuego impío,
llanuras de este mar, de mar bravío…!
Ejército del Oro y mi condena,
ya pueblas el maíz y al chacarero,
desnudas con tu brillo, soles vanos…
Eres la soledad de los desiertos…

Por tu frío mar de oro yo navego,
¿Con arte de tus ojos? Yo te ruego!


Alejandro Rodrigo Flagel