Poesía para Paqui
Corazón de mis alas, atavío…
Corazón de mis alas, atavío
Qué la noche, tus ojos me deslumbra
Bajo el Sol, tu mirada me desvela,
Bajo estrellas en sombra acantilada…
Eres la luz ensueño de mi ángel,
Tomada así la flor de mi sustento
Y por tus labios beso de mi aliento,
La boca tuya besa, besa el viento…
Eres buena y valiente sobre todo,
Mis flores mis caricias te recelan
Y al partir de tu boca aquél suspiro,
Mi sueño vaciló por darte un beso
Recíproco en el arte de tus labios,
Qué ferviente en tu rosa vuelve claro
El rosal de las lluvias anheladas…
Gozan en mis oídos tus palabras…
Cuándo Vuelo, tu pecho vuela en mi alma,
Y hasta dónde, tú dices el destino
No la flecha separa de tu arco
Todo el margen de luz de tu distancia…
Y es en noche distinta el fuego hiela,
La palabra de azor de tu mirada,
Que en el sueño tu risa me consuela
Mi corazón enciende apasionada…
Perpetuando la almena su corola
Bate al viento tal vez tu clara forma,
Aguamarinas tiene por demás,
Y rubíes el oro tu corona,
Busca en tu testa toda estrella en noche,
Cada zafiro besa su aliciente,
El mar va por tu bálsamo creciente
Y ruega por tus pies sobre la arena…
Comarca a tu desnudo vuelve llamas,
De todo el crecimiento, mi agorera
Qué busca de la selva tus cabellos,
Y son del Arte llama y prisionera…
Todo es en tu destello me blasfema,
Toda lujuria miel fruta deseada
Eres la prisionera eres mi amada:
De tu boca templada y pasajera…
Eres la bruma ciega que enceguece
De amor. Y en mis dos labios, yo te aprese…
Alejandro Rodrigo Flagel
Corazón de mis alas, atavío…
Corazón de mis alas, atavío
Qué la noche, tus ojos me deslumbra
Bajo el Sol, tu mirada me desvela,
Bajo estrellas en sombra acantilada…
Eres la luz ensueño de mi ángel,
Tomada así la flor de mi sustento
Y por tus labios beso de mi aliento,
La boca tuya besa, besa el viento…
Eres buena y valiente sobre todo,
Mis flores mis caricias te recelan
Y al partir de tu boca aquél suspiro,
Mi sueño vaciló por darte un beso
Recíproco en el arte de tus labios,
Qué ferviente en tu rosa vuelve claro
El rosal de las lluvias anheladas…
Gozan en mis oídos tus palabras…
Cuándo Vuelo, tu pecho vuela en mi alma,
Y hasta dónde, tú dices el destino
No la flecha separa de tu arco
Todo el margen de luz de tu distancia…
Y es en noche distinta el fuego hiela,
La palabra de azor de tu mirada,
Que en el sueño tu risa me consuela
Mi corazón enciende apasionada…
Perpetuando la almena su corola
Bate al viento tal vez tu clara forma,
Aguamarinas tiene por demás,
Y rubíes el oro tu corona,
Busca en tu testa toda estrella en noche,
Cada zafiro besa su aliciente,
El mar va por tu bálsamo creciente
Y ruega por tus pies sobre la arena…
Comarca a tu desnudo vuelve llamas,
De todo el crecimiento, mi agorera
Qué busca de la selva tus cabellos,
Y son del Arte llama y prisionera…
Todo es en tu destello me blasfema,
Toda lujuria miel fruta deseada
Eres la prisionera eres mi amada:
De tu boca templada y pasajera…
Eres la bruma ciega que enceguece
De amor. Y en mis dos labios, yo te aprese…
Alejandro Rodrigo Flagel
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