Tiempo...

Tiempo…


Tiempo de mi sombra aletargada, resarcida
por el mar que deviene en marejadas,
tiempo de mi sombra, aletargada, y homicida
que devuelve a la llanura vendavales y miradas…
Tiempo que sostiene, doblegando las encías
coronas de albedrío infaustas, jeroglíficas,
tiempo que rescalda ultrajadas melodías,
donde fueron mis venturas, más auténticas…

Tiempo…: Tiempo que corona el buen semblante
y la mañana; noche que desata el retórico sainete
en la bruma, en el incordio, en el paje y el bonete:
Tiempo, tiempo que hostil, reverbera calcinante.
¿Por qué no fue fugaz? ¿Mi decisión?
Por qué fue repentina, mi sanción?
Por qué no huye mi deleite con la cofia
de verdades, y se estrella mi vertiente, mi porfía?

Para cuándo he de sortear mi juventud hecha pedazos,
en el lingote de Oro, de aquél niño que dormía?
Por qué, no mudo afán fue blasón, mi fantasía,
Por qué, no he de soñar en mi angustia y mis abrazos??
Tiempo que repite mis estrofas. Tiempo que se burla
en lo Sagrado. Tiempo que repite y no conforma,
si no es que soy conforme, con mi pluma al abatirla...
Tiempo que solaza, que devuelve bofetadas de oro en polvo.

Tiempo que se ríe de la muerte, y traspone en el delirio que socava
tiempo que la noche no devuelve, y que hace conmigo llamaradas.
Tiempo que me quema y que trasluce, los eclipses de las fauces que aún alaba:
Tiempo que desluce cobardías, y las halla como lluvia en las moradas.
Tiempo, que no anuncia, y acomete: escorpiones con venenosa daga
tiempo que sostiene batallones, y la muerte que finita soslayada.
Tiempo, Tiempo… ¿Sin que hermanos sean hermanos?
Tiempo con la voz enamorada? Ó el veneno de una sombra que resbala…

Hace tiempo que mi mirada se extravía. Hace tiempo la noche no acababa.
Pero un claro en los cielos permitía,
asir sombras del desvelo que moraba...
Son aun sueños que procrean mis locuras:
con alfanje en ruiseñor, que aún no nacía.
Es la noche, ó es el alba que se estrella,
con las ruinas de mi Templo de centella?
Sirvasé de aclarar lo que moría…

Aún el desvelo desnuda y corta ruinas,
que la noche, antes del Sol, muda y germinas.