Sin Canto

Sin Canto

Sin canto, prorrumpe en el llamado,
mi ajetreo, de voz, enamorado
en el doncel propuesto de tus ojos,
a no la herrumbre de mis cejas, mis despojos…
Canto del alba, que no ciega en tu mirada,
vuelta a la mella que caduca tu hermosura
sobre la estrella de mi Canto, inmaculada,
la voz que ella, sólo imparte en su bravura…

Arroja clámides sobre el vuelo que es versátil,
llanura, düelo, de mazmorra, invertebrada
sobre lo cläro de lo adusto, envenenada,
la sola estela de mi arrobo, de mi mástil…
Sobre los cantos de tus piernas, gentil muda,
abre y no cïerra, la distancia a lo febril
sobre la rota endëcha, ánima, cantil,
de sola estrella, y de ósculo, no exuda…

Ya la distancia a tu querube, vuelta páramo
tan sólo cïega, de lo oscuro, vanidades,
que puebla el ágata de sombra, en libertades
sobre lo cläro de la sömbra, de mi ramo…
Deslumbra un cedro de mi sombra, de mi remo,
caduco sesgo de fortuna vuelta trämo,
en dúctil ascua de la bruma donde te amo
ó la magnolia de tu sombra, que no temo…

Desluce oprobio, sin el claustro de mi encomio
llanero, adusta traza de mi orgullo,
entre la miera de mi vano pedregullo
sobre lo cano, sobre adusto manicomio…
La vuelta al lecho, de lo claro a mi buril
verde si entona, del asomo, mi baluarte,
compaginado de mi célibe soñarte,
ó de mi claro, de mi sombra y mi redil…

Esotra hierba de mi verde, si me äta,
ó despabila sin un claustro, donde mata
ya la vergüenza de mi claro, donde abata,
tu letanía de mi senda, me maltrata…
Oh, sola nïeve de la sömbra, de mi púgil,
sentado en aras de la sombra de mi endecha,
al solo páramo de bruma, de mi brecha
en otra ciega lontananza a mi buril…

Oh ya no el canto, paladión de mi sosiego,
de verde aroma, de virtud, mi desapego…