Circunstancia ciega, de mi amor, que el mar prohíbe
canto a tu desnudo almendro, luz exhibe
de mi füente el lento albor que me derrite
como besado intento de su flor, el mar admite…
Mi roja flor, se abate en mar sombrío
y tenue eriza sin su sal, todo mi frío
para vestirte de mar ó bien de sombras
donde recala mi voz, cuando me nombras.
Mi albor no ciñe sin tu brazo la elocuencia
de mi zafir turbado, la noche es mi clemencia
para desearte un soplo en mi alma rota
caliginosa espera de mi amor, mi voz ignota…
Ó tal vez lluéveme, como ángel mis rubíes,
no cesan de besar mis mudas rosas
que acordes a tu sol de alma alborozas
sobre el sendero de mi bien, donde tu ríes…
Amor, es trecho de valientes sobre aguas
que abrevan tu dulzura, vuelta en leguas
donde no asiente ni devora la mañana,
mi sola voz quiere verte, temprana…
Mi solo oído dulce, se engalana
para admirarte en luz alguna, una mañana,
oirás mi verdadera voz, que ya te llama
ó mi boca besarás, vestida en llama.
Mi voz es sangre que la luz invita
a precaver las rosas del alba en mi semblante,
ó tan oscuro diamante, de mi frente se limita
a besar tu risa cierta de mis ojos de infante…
Llama el llanero de mi voz tan descubierta
como el sendero de tu noche sombra líe,
sobre tu voz que amaneciere ó me desvíe
a doblegar mis armas, en cubierta…
Tan del veloz amar es mi sonrisa
que puede tu ágil boca aunar en mi resguardo
aquella luz endeble de mi suspiro gualdo
ó frágil es nadar del cielo hasta su brisa…
Mis ojos no te tocan, Noche, si reclamas
de la perdida esencia de la voz que amas
ó tan sólo mi delirio, si vuelves la mañana
a ser mi desamparo que cuesta y me gana…
Alondra fugitiva, sostén de mi esmeralda!
La noche se procela para vestirte, gala!
De mi voz que me atropella, en juventud tan mala
como cegarte un süeño, de sol en que rescalda…
Mi bóveda celeste, acude a tu llamada,
ó tan sólo el delirio, que bebe mis espaldas
para besar tu rosa, embriagarme de mi amada
ó ser en tu delirio la espuma de mis celdas!
Llanura el mar prohíbe, desnudo tu aliciente
fragor en vate a olas, coturno displicente
de goce, de llamadas, de sol henchido fragua
lo nuncio de mi albor, sobre la sed de tu agua!
Mi voz perdida quiere, encontrar tu forma y ala
la noche de bengala, que mi semántica reflota
sobre el sendero, estrella, de tu Canción que anota
mi púrpura madeja, de estrellas en tu sala…!
Capricho de mi nïeve, besando tus palabras,
aduce el mar si atreve, desnudo de tus Obras…
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