Soy tu enemigo

Soy tu enemigo

Yo soy tu enemigo, ¿sabes?,
por eso te amo, porque me oyes,
porque no es tu opción la guerra ni la muerte,
ni el fusil en una calle oscura ni el olvido.
Soy tu enemigo, porque eso es lo que dicen,
y es que pensamos tan distintos, aprendimos
de formas tan distintas a ver todo:
el mundo, la amistad, las esperanzas
y la razón con que forjar los días nuevos,
pero aún así charlamos, discutimos,
y es que alguien te enseño que eso no es odio,
que eso no es causa para no ir por un buen árbol
y a su sombra contemplar como las nubes nos saludan.
Quizá no es, por cierto, el mismo árbol,
pero las mismas lágrimas del hombre lo regaron,
el mismo sudor de los obreros, esa sangre
de mártires que un día se soñaron abrazados
y en un mundo mejor que este en que somos enemigos.
No creemos en las mismas cosas, no tenemos
ni los mismos sueños ni la misma lista de pendientes,
quizá me mates tú un día por creer que es necesario,
quizá yo busque eliminarte porque estás en otro bando,
pero antes de que, locos y salvajes, nos odiemos,
prefiero saludarte y decirte que te admiro.
No es fácil cuando piensas diferente,
no es simple cuando buscas lo contrario,
pero entiendo que no sé todas las rutas
y que vale que en la tuya te la juegues por tu mundo.
Es una nada más, es lo que creo,
son sólo mil facetas las que el cielo roto nos presenta,
en todas somos tú y yo y mil millones,
en todas hay lugar para que brilles,
para que entregues tu verdad y conversemos,
es duro cuando ya el fusil apunta,
cuando el botón rojo suda del temor de que lo opriman
y cuando con el miedo vamos perdiendo la noción de ser humanos.
Aun así te amo, te canto y te saludo,
cuando no quede flor, yo sostendré semillas por sembrarte,
yo regaré la piel de un mundo injusto
y más de algún jardín recibirá los nuevos frutos.
Hasta entonces a buscar caminos nuevos,
más sillas en la mesa del futuro,
más verbos en la voz del tolerante,
ninguno va a quedar de los que quieran reinar solos,
el trono caerá envuelto en sangre y en cenizas,
mejor es aprender que, aunque es distinto el prisma,
siempre un espacio habrá para admirar sus mil versiones,
para aprender de su arcoíris, de sus caras
y de su requerir cada mirada para ver completo el puzle.

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12 01 15