Palabra de sed

Roja sed, azul sed, hecha de viento,
de ardor y llama que sucumbe llano
palabra al viento de ardor en el verano
mi sol de oscura sed, solo y sediento!
Mi amor ó dupla de estero y una llaga
de ardor, quimera, y fuga sobre el viento
parcela de roble y mudo canto amaga
la luna estéril al color hambriento…

Mi sol, endecha clara, que a su voz tajante
asida rama rota de fluvial constante
henchida y hacinada sobre el vértigo tramonta
su sólo higo de flor, su ardor que monta…
Mirada hecha veneno, segundos hechos llama
segundos en el heno de tu ardor derrama
el ocio que es legumbre en la tierra cana
verano hecho de flor, que adusto se engalana.

Prístina acoge su rubor, incita
palabra hecha verdor, que su rumor invita:
adobe sutil presto, palabra que no goza
estéril alcanfor sobre la noche esboza…
Calandria, seguimiento de la huella trunca
selvática mi sed cuando se hermana ó muere,
caliginosa hiere, sobre la vacua nunca
Minerva del verano que en el ardor sintiere…!

Mi copla el verbo amada, tan rüina de mi beso
a contrapeso aísla su borde nacarado
desde su adiós templado, su joven embeleso
de su rubor acopla, su sol, su sol nevado…
Mi ojo no se alista, si lo envenena el vaso
que arrobo en el cristal tan joven aliciente
sobre desnudo afán, mi verso muere acaso
sin la constancia negra de mi muda lente…

Asida ya en regreso de mi verde anatomía
resguarda en ti mi forma, mi constante cetrería
mis sílabas se nutren de soberana füente,
caliginoso diente de mi luz en sombra, miente!
Tal desnudez alzada de mi cobre a mi arrebato
cual la parcela hundida al sol de mi bondad,
escoplo dulce, artesa, de mi flor en liviandad
escorzo muere al paso, cuyo pincel maltrato…

Arrüina sólo sueño, de mi Verano armado,
sedienta en mi mudez, tu boca me ha besado.