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por Asido y solo, para trovar la muda loa
que en sólo ciego descuello de mi arte, sopesa el trunco ardor de mi diamante
al solo helecho de fragor, de muda proa
de sólo artesa, de estupor, de gallardía
de sólo asedio, de sabor que nace un día
para morir pensante, en luctuoso arribo, tramo
del visceral hermano que encubre loco asedio
de militar baluarte, de flecha entre sus manos, deshecha
de sólo hermosa sal y rostro entre las ruinas
de una parva de lágrimas al oeste de las minas
de sólo irradiante paloma de mil aves, presa
de sólo ardor que sueña, elogio a la Pavesa...
De sólo muda flor, de rüina que promete cirios leves
gallarda entonación, fragante, inmersa
de sólo su jolgorio en muda amante, presa
de sólo la ilusión en lenta flor, ilesa…
De sólo arte a mi voz, de sólo endecha grave
de sólo almibarada estela que desove un llanto en el azar, espuma cïerta
de muda la cubïerta, de rasgos aún endebles
cubiertas de Ramiros y soles entre muebles…
De sólo canto enhiesto, figura, cobardía
de sólo arte menor en tu melancolía
de sólo prisión, llave, de la perdida alcoba
del solo amar a un ave que se ha escondido, sola…
Ribete de perfumes de albas y de noches, de esteros en cubiertas
gallardas ó de nubes, ya besas el hartazgo de tu figura noble
ó lento cae el alma hasta tus pies
y esconde…
Tal levadura se contrae para supurar, luego
de aquello que no afirma atónito, su ruego
de sólo mar inverso, de espuma en la pantera
y lento ya se infla, y perdura en la manera…
A sólo mar inverso, a sólo rastro diera, su juventud primera
su joven senectud de flores tenues
aleves y contrarias a los querubes vanos
que sólo arpegios dan, a su muralla, hermanos.
De sol de un holocausto que asedia ya mi pluma
de un verso herido, tamo, de su contorno abate
el mar proficuo hendido de su soberbio mate
perfume acicalado de la lluvia en el orate…
De sólo ardor no llevo más elogio que la sombra
ubicada aún en el brillo de mi sol en la penumbra
adueñada de sí misma, de su flor muerta figura
herrumbrada a mi labor ó desmedro de fortuna…
Mi silencio es una flor, es un alud que no perdura
en el llamado de un silencio, una voz que me clausura
en el desván que ciego irradia la sombra de mi cura
ó sólo en el ardor que ciego arte, me incumba…
Helado, por tu voz helado, hacia el seno de los mares
mis ojos no blasfeman ya el elogio que encumbrares…
» Desde la ventana
» Por qué, la guerra?
» Tu cuerpo se desviste...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-