Valparaíso sin ti

Valparaíso sin ti

No es Venecia sin ti, es Valparaíso,
los viejos pescadores languidecen
con el fulgor del último lenguado,
que es el sol que se duerme en el ocaso
que es el niño en los brazos de su madre,
que es la muerte que vuelve tarde a casa,
que es como una botella en que otro mar ahoga penas,
y en las conversaciones ya nadan, ya navegan,
caen rendidas las verdades de este puerto sin marinos.
No es Venecia sin ti, es sólo un día
de letras, de pintores, de canciones,
risa en el mar pacífico, en el puerto
que remoza su vejez con ascensores,
con un barranco al que se adhiere aquella flor silvestre
y aquellas casas de colores que esparcen su velamen.
Un día esplendoroso nos saluda,  
un canto de guitarras entre estrellas,
me vine al resplandor que el mar sostiene,
te traje en la ciudad que guarda mi alma
y, porque no es Venecia, sino el puerto,
tú has venido conmigo en cada calle,
en cada lagrimón que te recuerda,
en la humedad de cerros y portales,
en el trolley casi extinto y de mil rieles,
en la belleza eterna que fundamos
cuando juntos vinimos a estas calles,
a estas casas suspendidas de los cerros,
a nuestro amor vuelto presencia en estos muelles.
No es Venecia sin ti, pero sí somos nosotros,
Valparaíso y nuestro amor,
que revisito en nuestro nombre.

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24 02 14