Del calendario

Del calendario

Dos mil años, trece más
y las cosas van iguales,
tanto tienes, tanto vales
y retroceder jamás.
Cada guerra es por la paz,
cada muerto es porque quiso,
manzanas del paraíso
venden en cada mercado,
y el edén sigue cerrado
por no contar con permiso.

Y el dos mil catorce llega
con promesas nuevamente
para el hombre y su presente
y al futuro con su entrega.
Bien se sabe, es dura brega
la de alzarse en el camino,
pero aprende el peregrino
de sus pasos y su canto,
valga el tiempo su quebranto
y esta lucha su destino.

Quizá el dos mil quince pueda
esta vez curarlo todo,
de aquel rico el acomodo,
del pobre la sed que enreda.
Quizá entonces la vereda
se nos llene de delicia,
de alegría y luz propicia,
de razones para el hombre,
en que el justo tenga un nombre
y el villano su justicia.

Y quizá por otra parte,
no precise el tiempo sueños,
sino voluntad y empeños
en que el abismo se aparte.
Quizá el día ya reparte
la energía entre nosotros,
la rebeldía y sus potros,
la semilla que no vieras,
cuando todo lo quisieras,
pero obrado por los otros.

Así no es de visionario,
sino de empuje la hazaña
de vencer al que nos daña
y ver pleno nuestro horario.
Que no cambie el calendario,
sin que tú cambies de tienda,
nadie compre, nadie venda
el destino que nos deben,
y sean los que se atreven
los que alcancen nueva senda.

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

01 02 14

Muy buena refleccion, ojala lleguen tiempos mejore para el bien de la umanidad,
feliz anochecer su amiga Victoria.

Gracias, Victoria, pidamos para esos días para todos nosotros. Un abrazo.-