Lección de un hombre
Yo soy homosexual, tengan cuidado,
quiero besar a todos los que pasan,
obispos, mercaderes y soldados,
casados, proxenetas y ministros.
No me dejen a solas con un ángel
o no sé cuál de los dos no vuelve al cielo,
no me pidan que nombre a mis amores
o tendré que callar cuando les mire.
Seguro que no soy yo más que sexo,
seguro que en lugar de cuna tuve cama,
y en vez de un ataúd yo tendré cama
y seguro así, si bien nací, ya nunca muero.
Por eso me han temido los doctores,
por eso no figuro en la historia del planeta
y un padre me destierra en donde puede
y una madre qué hice mal le pregunta a las estrellas.
En cambio, si me ven, soy uno más que estudia,
que amasa un tibio pan, que besa a sus abuelos,
que siempre sonrió en cualquier trabajo
y se dijo no importa cuando no hubo nadie de su parte.
Hasta pude maldecir como un canalla,
pero eso no se vio en la lista de los execrables,
pude errar y perder los estribos en la calle,
pero eso no importó, porque ya estaba condenado.
Apunten al que sueña, ese soy yo,
apunten al que cumple con sus cuotas,
al que pide otro café en la mesa siete,
al que reza o maldice ante lo injusto de esta tierra.
Y apunten al que apunta, si disparan,
¿qué explicación darán a sus hermanos,
qué prédica a su fe, qué juicio a su alma,
qué palabra a su voz, ya silenciada,
qué razón a sí mismos, para seguir luego apuntando?
Si disparan y caigo, yo les pido,
díganles a mis padre que los he amado siempre,
a mis hermanos lo mismo, a mis vecinos,
al hijo que ayer tuve, a aquella amiga,
a aquellos compañeros de farra y de trabajo.
Sólo habrá uno que no les pida nada,
uno que llorará, si lo dejan, entre ustedes,
o que besará mi boca cuando nadie más lo mire.
Por ese yo tampoco tengo nada que pedirles
y es que en realidad el cielo es todo nuestro desde siempre,
no sólo de él o mío, que es de todos los que se amen,
aquí y allá o allí, donde nos busquen,
tal cual lo busqué yo, o usted o aquella niña,
hasta simplemente hallarlo, por tesón o por sorpresa,
en la más simple y feliz de las sonrisas
que de un hombre a otro hombre puede hallarse
en esta libre y nuestra bendita tierra en la que canto
como siempre y para todos cada día mientras vivo.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
01 01 14
Yo soy homosexual, tengan cuidado,
quiero besar a todos los que pasan,
obispos, mercaderes y soldados,
casados, proxenetas y ministros.
No me dejen a solas con un ángel
o no sé cuál de los dos no vuelve al cielo,
no me pidan que nombre a mis amores
o tendré que callar cuando les mire.
Seguro que no soy yo más que sexo,
seguro que en lugar de cuna tuve cama,
y en vez de un ataúd yo tendré cama
y seguro así, si bien nací, ya nunca muero.
Por eso me han temido los doctores,
por eso no figuro en la historia del planeta
y un padre me destierra en donde puede
y una madre qué hice mal le pregunta a las estrellas.
En cambio, si me ven, soy uno más que estudia,
que amasa un tibio pan, que besa a sus abuelos,
que siempre sonrió en cualquier trabajo
y se dijo no importa cuando no hubo nadie de su parte.
Hasta pude maldecir como un canalla,
pero eso no se vio en la lista de los execrables,
pude errar y perder los estribos en la calle,
pero eso no importó, porque ya estaba condenado.
Apunten al que sueña, ese soy yo,
apunten al que cumple con sus cuotas,
al que pide otro café en la mesa siete,
al que reza o maldice ante lo injusto de esta tierra.
Y apunten al que apunta, si disparan,
¿qué explicación darán a sus hermanos,
qué prédica a su fe, qué juicio a su alma,
qué palabra a su voz, ya silenciada,
qué razón a sí mismos, para seguir luego apuntando?
Si disparan y caigo, yo les pido,
díganles a mis padre que los he amado siempre,
a mis hermanos lo mismo, a mis vecinos,
al hijo que ayer tuve, a aquella amiga,
a aquellos compañeros de farra y de trabajo.
Sólo habrá uno que no les pida nada,
uno que llorará, si lo dejan, entre ustedes,
o que besará mi boca cuando nadie más lo mire.
Por ese yo tampoco tengo nada que pedirles
y es que en realidad el cielo es todo nuestro desde siempre,
no sólo de él o mío, que es de todos los que se amen,
aquí y allá o allí, donde nos busquen,
tal cual lo busqué yo, o usted o aquella niña,
hasta simplemente hallarlo, por tesón o por sorpresa,
en la más simple y feliz de las sonrisas
que de un hombre a otro hombre puede hallarse
en esta libre y nuestra bendita tierra en la que canto
como siempre y para todos cada día mientras vivo.
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01 01 14
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