Vuelvo a la vida

Vuelvo a la vida

La vida como acción refleja,
la vida como pura inercia,
como noche en blanco, como día estéril,
la vida como nube en la conciencia.
La vida como mar hecho de gente,
la vida como libro entre los pétalos de aquella rosa,
como canción en las pavesas de la hoguera,
como rezo en los labios del recién caído.
La vida como pan, fresco en el horno,
maltratado por la fe del ambicioso,
soñado por las manos del mendigo
y preso en un cartel que puso precio
a nuestra soledad y a nuestra harina.
La vida como sueños a distancia,
como barro en el tacón, como cerveza
que te espera en la cornisa en que bailó tu sentimiento,
la vida como estante de los libros que publicas,
de los discos que grabaste, de los cuadros
en que posan tu tristeza, tu abandono y tus traiciones.
La vida como plan en la emergencia,
como sello al portador, como nostalgia
del viejo camisón en que la abuela nos mecía,
la vida como tren a las tinieblas,
sin carros ni carriles, sin pasaje,
a lo más un equipaje que dispersa,
como el árbol a sus hojas, la ciudad y su corteza.
La vida como sal en las heridas,
como gusano en plena pus, como costura
de duelos, de tormentas en el alma,
en la pasión de aquella noche interminable,
que, la verdad, ya se acabó, pero subsiste en tus pupilas.
La vida como grava en el camino,
sin mapa ni telón, sin más sandalias
que las ideas, las quimeras, que el fin frío
que cada cual buscó y creyó encontrar en los senderos.
La vida como tos en pleno estío,
como fiebre en el glaciar, como piel negra
en el fragor de las rosas que se abrieron y quemaron,
en el ardor del sol al restregarse con los montes
y en el cielo al rozar cada paloma descuidada.
La vida como afán, como traición, como pereza,
la vida como vida, tan mortal como un cadalso,
tan muerta o casi más que la muerte en que te esperan.
La vida más allá, la vida envuelta
en un breve visón de conclusiones disparadas,
en un vaivén sin paz, en un pequeño abrazo
de vida nada más, de lágrima indeleble,
en que al yo preguntar por tus desdenes me respondes
la vida nada más, esto es la vida,
la vida que no fue, porque tú nunca
más serás más que mi vida y que mi muerte.
La vida que viví entonces es cierta,
la que viene no lo sé, pero la llamo bienvenida,
guitarra, cascarón, sencillamente vida y vida.
Opción de batallar en la canción de las estrellas,
o de dejarse ir en el arroyo de los años,
en eso te encontré, me dije esto faltaba,
sin ti no vuelvo ni a mi hogar ni a mi balcón,
contigo vuelvo a la puerta de los sueños,
a la verdad, a la nostalgia, a la alegría,
vuelvo, señores, al corazón, a la impiedad,
a los números escritos en el alma compartida,
vuelvo a esa pasión que la razón no supo,
al rumbo, al porvenir, al próximo adiós y al nuevo paso,
a tu lado, a tu voz, a tu sentido,
vuelvo contigo, amor, vuelvo a la vida.

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