Magia Lunar por Azael Alberto Vigil
Aquí estoy luna de nuevo aullando como un lobo.
La inocencia de mis fantasías descansa en tus ojos
topacio de la noche, testiga de mis noches en vela.
Sabes bien mis secretos de grillos, duendes y estrellas
descubiertos por los suaves labios de una mujer bella.
Allí estábamos ella y yo, tirados sobre la hierba
mientras tú bañabas nuestros cuerpos desnudos de pudor
con tu luz, alondra misteriosa, guía nocturna de amantes furtivos.
La dulce serenata de un búho penetraba los oídos del aire
y nosotros perseguíamos el sonido en cada poro de nuestros deseos.
Una leve llovizna bautizaba el instante, humedeciendo la piel
ríos de fluidos corporales convulsionándose automáticamente,
acosados por orgasmos infinitos que mordían del paraíso la manzana.
Gritos, gemidos, empuje y repuje, besos, mordidas y arañones de espalda
ritos sin mitos, empuje y repuje, excesos, ojeadas y cañonees de hadas.
Aquí estoy luna de nuevo, recordando como un bobo
buscándola en mi memoria de felicidades antiguas
ella se ha ido, el tiempo se la llevo, y yo no sé donde encontrarla
ni buscarla, pero tu sabes bien donde está y con quien está.
Si la ves, avísale que la espero, recuérdale que la quise y aun la quiero.
Luna, lunita, lunota, préstame tu magia una sola noche mas…
Después... que el destino resuelva…
Aquí estoy luna de nuevo aullando como un lobo.
La inocencia de mis fantasías descansa en tus ojos
topacio de la noche, testiga de mis noches en vela.
Sabes bien mis secretos de grillos, duendes y estrellas
descubiertos por los suaves labios de una mujer bella.
Allí estábamos ella y yo, tirados sobre la hierba
mientras tú bañabas nuestros cuerpos desnudos de pudor
con tu luz, alondra misteriosa, guía nocturna de amantes furtivos.
La dulce serenata de un búho penetraba los oídos del aire
y nosotros perseguíamos el sonido en cada poro de nuestros deseos.
Una leve llovizna bautizaba el instante, humedeciendo la piel
ríos de fluidos corporales convulsionándose automáticamente,
acosados por orgasmos infinitos que mordían del paraíso la manzana.
Gritos, gemidos, empuje y repuje, besos, mordidas y arañones de espalda
ritos sin mitos, empuje y repuje, excesos, ojeadas y cañonees de hadas.
Aquí estoy luna de nuevo, recordando como un bobo
buscándola en mi memoria de felicidades antiguas
ella se ha ido, el tiempo se la llevo, y yo no sé donde encontrarla
ni buscarla, pero tu sabes bien donde está y con quien está.
Si la ves, avísale que la espero, recuérdale que la quise y aun la quiero.
Luna, lunita, lunota, préstame tu magia una sola noche mas…
Después... que el destino resuelva…
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