Papeles Mojados.

Los gritos dan escalofríos
suenan las trompetas del cielo
cae en su rayo un camello
que sutura las heridas.

Negro el cielo negra la tierra,
en las manos caño y madera,
que suenan truenos si truena,
hacia muñecos sin licencia.

Muertos todos menos la muerte,
el cielo viste de a rato de colores,
navidades sin champagne ni noche
buena, en la trinchera esta Noel.

Hombres de poca niñez,
en primera fila y detrás,
el esqueleto de una cama,
el colchón... en toque de queda.

Grillos reinaban segundos,
la orquesta de la oscuridad,
de barro las paredes si llovía,
de gripe agoniza la princesa Malvinas.

La sangre azul fue recibida,
en verdes campos y tabernas,
ahí nace el tango y la nostalgia,
extrañando la cultura que ya no se extraña.

Mientras que la sangre roja,
se lo esperaba en la frontera,
con papeles mojados y un FAL,
y de pronto fueron mas argento,
que maradona y San Telmo.

Asi es compañero, últimamente yo me vengo sintiendo así en mi barrio, LA BOCA ya los tangos no suenan en cada esquina, una bailarina llora en la escalinata de un comentillo por aquel tanguero que se fue de joda en una bailanta, las calles vacias de añoranzas se llenan de turistas ultrajados en sus esperanzas de encontrarse con aquello que le venden por la red, y no descubren más que tiendas peruanas lleno de lo mismo en cada vidriera, donde quedaron los argentinos, quizas Quinquela llora a travez de su pincel, preguntandose donde quedaron aquellos días arrableros y las piernas perdidas de las mujeres entre la de los tangueros, ojalá este barrio vuelva a ser el que era antes, lleno de milonga, y color, y ya no sea solo una mierda más flotando, como lo que abunda en el riachuelo.
Nos estamos leyendo compañero.

interesante, el final le da un toque superlativo a la seriedad que se va tornando pesada
pero en sí, un poema de composición majestuosal!

La calle en tus versos, la vida misma, la de todos y el diario en ese mutualismo de cada una de tus poesías. Gran abrazo hermano!