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por Era la primavera el crepitar en la enramada
de prestos cantos, pajarillos acertados
sobre el ala matinal, vuelos osados
hacia la cumbre de tus ojos, bienamada.
Era mi rostro trascendente alicaído
por sobre el alba de rocío, distraído
sobre la bruma de tu paño humedecido
y las flores que eran senda a mi descuido.
En esta fresca ensoñación nutriendo el aire
tu voz fue el manantial de mi donaire
donde de lejos se apropiaban más mis huellas
de la nutrida ensoñación de las centellas…
Hacia tus ojos la mirada, ruiseñores
altiva tú, menguado yo, distinto en los albores
soñaba un plectro roto de constante angustia
la hora en mi reloj fue sol de oro, mustia…
Velamen presto a cabalgar sin su jinete tu vestido
de nuevo en vano mi silencio oro tañido
sobre el desvelo de la luna que ha caído
a tu silencio espejar ó no he nacido.
Sobre la estrella sideral que vuela al verte
salpicar la plata iridiscente de tu brillo
sobre el fluorescente vuelo de tus plantas, cabestrillo
que en el sesgo de las rosas murmuradas, no me advierte
El sigilo en la ilusión de tu Pegaso
donde llevas la canción que vive al paso
de tu silente soñador murmura llano
las orquídeas que ciñó, cantó el verano…
Carente del extravío de tu sandalia a tu caricia
vuelan las penas transcurridas al encanto
de vivir donde las rüinas de tus soles son delicia,
a mi resguardo en tu seno, al desencanto.
Pasiva suerte de mundana y hogareña hermosura,
en tu vergel, donde es ancha la finura
del resguardo a mi destello de clausura
la libertad que abren tus brazos, tu hermosura…
Caliginoso espacio en el verde da tersura
al hogareño esmalte de risueña turquesa
donde el alba ha de admirar la más fina ternura
donde el clavel que amara es femenina belleza.
Letargo fue, al despertar del sueño, eso
caer sobre florida prisión, tu beso.
de prestos cantos, pajarillos acertados
sobre el ala matinal, vuelos osados
hacia la cumbre de tus ojos, bienamada.
Era mi rostro trascendente alicaído
por sobre el alba de rocío, distraído
sobre la bruma de tu paño humedecido
y las flores que eran senda a mi descuido.
En esta fresca ensoñación nutriendo el aire
tu voz fue el manantial de mi donaire
donde de lejos se apropiaban más mis huellas
de la nutrida ensoñación de las centellas…
Hacia tus ojos la mirada, ruiseñores
altiva tú, menguado yo, distinto en los albores
soñaba un plectro roto de constante angustia
la hora en mi reloj fue sol de oro, mustia…
Velamen presto a cabalgar sin su jinete tu vestido
de nuevo en vano mi silencio oro tañido
sobre el desvelo de la luna que ha caído
a tu silencio espejar ó no he nacido.
Sobre la estrella sideral que vuela al verte
salpicar la plata iridiscente de tu brillo
sobre el fluorescente vuelo de tus plantas, cabestrillo
que en el sesgo de las rosas murmuradas, no me advierte
El sigilo en la ilusión de tu Pegaso
donde llevas la canción que vive al paso
de tu silente soñador murmura llano
las orquídeas que ciñó, cantó el verano…
Carente del extravío de tu sandalia a tu caricia
vuelan las penas transcurridas al encanto
de vivir donde las rüinas de tus soles son delicia,
a mi resguardo en tu seno, al desencanto.
Pasiva suerte de mundana y hogareña hermosura,
en tu vergel, donde es ancha la finura
del resguardo a mi destello de clausura
la libertad que abren tus brazos, tu hermosura…
Caliginoso espacio en el verde da tersura
al hogareño esmalte de risueña turquesa
donde el alba ha de admirar la más fina ternura
donde el clavel que amara es femenina belleza.
Letargo fue, al despertar del sueño, eso
caer sobre florida prisión, tu beso.
Última edición por caminandobajolalluvia el Mar Sep 11, 2012 8:21 am, editado 1 vez
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