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por Fernando Liendro (E.P.S) Jue Jul 12, 2012 1:49 pm Abro mis ojos, espero que abras los tuyos, nos miramos, reímos y nos besamos. Nos vestimos y nos lavamos los dientes juntos, lo intentamos, pues nuestras locuras no dejaban que nosotros podíamos dejar de reír. Desayunamos juntos, un té con leche y pan con manteca y un vaso de jugo de naranja exprimido, en la radio se escucha un lento, bailamos, nos miramos otra vez y decimos lo que sentimos, más allá del “te amo”.
Salimos de la casa tomados de las manos, esperamos el colectivo, por la ventanilla, veo como se mueve el mundo, pero te veo a ti, que estás apoyada en mi hombro, sonrió porque veo que mi mundo eres tú. Llegamos al centro, caminamos, vemos vidrieras, nos encontramos con personas conocidas, aquellas personas que comparten nuestra historia en cualquier momento de la vida y paramos en la costa, con el viento suave que golpea nuestros rostros, miramos el mar, me abrazas fuertemente y me dices con todo la ternura de tu persona las dos palabras más expresivas de nuestra relación que fue tanto como amigos como pareja, “te quiero”.
Regresamos a la casa, nos sacamos las camperas, nos tiramos al sillón y muy pegaditos los dos, comemos gomitas y chocolate mientras vemos televisión, pero no le damos tanta importancia, jugueteamos como dos niños y hacemos de este momento, un lindo recuerdo para nosotros dos. Terminamos como siempre, besándonos y de repente, suena el celular, sin verlo lo apago y te sigo amando.
La noche aparece y preparo la cena, tu bailas y me lleva tus manos hacia la pista, pues esa pista es la misma cocina y me haces bailar una salsa y yo me veo y me siento como un tronco, te ríes hasta que nos damos cuenta que la comida se quemaba. Comemos (lo que no estaba quemado) y hablamos de tantas cosas que parece tan pocas, cuando terminamos de comer, levantas la mesa y lavas los platos. Hacia atrás aparezco y te beso el cuello, sostengo tu cintura y te expreso mi cariño. Nos besamos… nos besamos más apasionadamente, mucho más que lo hacemos habitualmente y nos vamos hacia la habitación, en esa noche donde todo es oscuro y solo ilumina la luz de la luna que entra como infraganti por la ventana, expresamos nuestro amor y nos perdemos con nuestras miradas, salen palabras sinceras entre medio de los besos y los abrazos, toco tu cuerpo y me nublo con el perfume de tu piel, en ese momento que no existe nada, solamente tú y yo, me siento feliz, me siento tan aliviado que, tu amor mío, eres la mujer que marca mi existencia de vivir y que recibas el amor que estuvo guardado tanto tiempo solo para ti, en esta nocturna situación dejamos el universo de un lado hasta que aparezca de nuevo el amanecer.
Sale el Sol y abro los ojos, espero que abras los tuyos, nos miramos, reímos y nos besamos.
Salimos de la casa tomados de las manos, esperamos el colectivo, por la ventanilla, veo como se mueve el mundo, pero te veo a ti, que estás apoyada en mi hombro, sonrió porque veo que mi mundo eres tú. Llegamos al centro, caminamos, vemos vidrieras, nos encontramos con personas conocidas, aquellas personas que comparten nuestra historia en cualquier momento de la vida y paramos en la costa, con el viento suave que golpea nuestros rostros, miramos el mar, me abrazas fuertemente y me dices con todo la ternura de tu persona las dos palabras más expresivas de nuestra relación que fue tanto como amigos como pareja, “te quiero”.
Regresamos a la casa, nos sacamos las camperas, nos tiramos al sillón y muy pegaditos los dos, comemos gomitas y chocolate mientras vemos televisión, pero no le damos tanta importancia, jugueteamos como dos niños y hacemos de este momento, un lindo recuerdo para nosotros dos. Terminamos como siempre, besándonos y de repente, suena el celular, sin verlo lo apago y te sigo amando.
La noche aparece y preparo la cena, tu bailas y me lleva tus manos hacia la pista, pues esa pista es la misma cocina y me haces bailar una salsa y yo me veo y me siento como un tronco, te ríes hasta que nos damos cuenta que la comida se quemaba. Comemos (lo que no estaba quemado) y hablamos de tantas cosas que parece tan pocas, cuando terminamos de comer, levantas la mesa y lavas los platos. Hacia atrás aparezco y te beso el cuello, sostengo tu cintura y te expreso mi cariño. Nos besamos… nos besamos más apasionadamente, mucho más que lo hacemos habitualmente y nos vamos hacia la habitación, en esa noche donde todo es oscuro y solo ilumina la luz de la luna que entra como infraganti por la ventana, expresamos nuestro amor y nos perdemos con nuestras miradas, salen palabras sinceras entre medio de los besos y los abrazos, toco tu cuerpo y me nublo con el perfume de tu piel, en ese momento que no existe nada, solamente tú y yo, me siento feliz, me siento tan aliviado que, tu amor mío, eres la mujer que marca mi existencia de vivir y que recibas el amor que estuvo guardado tanto tiempo solo para ti, en esta nocturna situación dejamos el universo de un lado hasta que aparezca de nuevo el amanecer.
Sale el Sol y abro los ojos, espero que abras los tuyos, nos miramos, reímos y nos besamos.
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