Hermosa es la soledad de aquel que espera a quien ama, de aquel que sobre la hierba y cara al cielo se regocija viendo las aves volar, sintiendo sobre el rostro las caricias del viento y se arrulla con el canto de la vida a su alrededor, del que siente, del que vive cada instante de su vida. , Del que ve la flor e ignora la espina, del que comparte su soledad con un libro, una canción o poesía, con el silencio, en fin, del que no se siente solo.
Triste es la soledad del que amó y fue traicionado, del que creyó y fue defraudado, del que dio y le fue negado, del que luego de haber vivido una vida plena de amor, llora la partida de quien a compartido sus desdichas y alegrías por haber cumplido con la etapa de su existencia.
Del que no tiene fe, del desesperanzado, del que mucho caminó y tiene aún sus manos vacías, del que no tiene recuerdos, del que dejó para después sin ver que es hoy él después de ayer y aún lo sigue esperando.
Siniestra es la soledad de quien ha traicionado las normas de su conciencia, de aquel que ha alimentado su alma de oscuros odios, de aquel que desconfía, que está siempre al asecho y se siente asechado, del quien tiene miedos, de quien ha matado, del que hirió a sabiendas gozándose del dolor ajeno, de quien pasó por la vida sembrando perfidias, de aquel que anda por las sombras escondiéndose del mundo por alguna culpa escondida en algún rincón de su conciencia.
Oscura es la soledad de quien nunca se enamoró por no saber encontrarse con su alma y más oscura es aún para aquel que estando rodeado de gente, sigue sintiéndose solo.
Triste es la soledad del que amó y fue traicionado, del que creyó y fue defraudado, del que dio y le fue negado, del que luego de haber vivido una vida plena de amor, llora la partida de quien a compartido sus desdichas y alegrías por haber cumplido con la etapa de su existencia.
Del que no tiene fe, del desesperanzado, del que mucho caminó y tiene aún sus manos vacías, del que no tiene recuerdos, del que dejó para después sin ver que es hoy él después de ayer y aún lo sigue esperando.
Siniestra es la soledad de quien ha traicionado las normas de su conciencia, de aquel que ha alimentado su alma de oscuros odios, de aquel que desconfía, que está siempre al asecho y se siente asechado, del quien tiene miedos, de quien ha matado, del que hirió a sabiendas gozándose del dolor ajeno, de quien pasó por la vida sembrando perfidias, de aquel que anda por las sombras escondiéndose del mundo por alguna culpa escondida en algún rincón de su conciencia.
Oscura es la soledad de quien nunca se enamoró por no saber encontrarse con su alma y más oscura es aún para aquel que estando rodeado de gente, sigue sintiéndose solo.
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