nuestra metafora

Fuimos dos aves que salieron a volar, ganamos altura y confianza mutua, pero llegó cierto momento en el cual tuviste que descender, por tus dudas al respecto, yo seguí solo, hasta llegar tan alto, tan alto que mis alas se entumecieron por el frío, la escarcha se volvió un peso extra y comencé a caer, perdido en desesperación, caí en picada, pero dios al ver eso me envió a dos bellas ángeles que sacaron la escarcha y despertaron mis alas, permitiéndome seguir volando. Seguiré volando, a veces solo, otras acompañado, pero siempre esperándote, hasta que tomes la seguridad de volver sin remordimientos, preguntas ¿por qué? por que en mis plumas sigue habiendo parte de tu fragancia, porque en mi pico sigue tu sabor, y de mi corazón no te has alejado.

Muy buen microrrelato, Rasnaro!

Gracias por compartirlo.