MODOS DE MIRARTE.

Te sentaste conmigo desnudando
la mesa, el mantel y la amapola,
la risa que a través de tus palabras
en tus dedos suaves me deslizas.

Caminamos sobre hojarasca
hogaza de pan tierno caliente todavía,
sobre nuestros campos,
allá donde no existe patria alguna.

Yo anhelo más nubes que plomo
y de rojo atardecer buscarte,
sobre tu herida y mis tintas grises
proyectándome sin plantearme.

Un beso que no presagie
de inmortalidad tus acontecimientos,
que de amor se vistan las ganas
y que no sea un milagro perenne.

Aunque las manos unidas nos rebelan
la ausencia de que no pueda tocarte,
el silencio recupera
los modos de mirarte.

Existo más allá de tu cama vacía
en tus sábanas cuando el amor nos mira,
y en mis adentros razones
buscándote entre ellas que nos miren.

Hermoso tu versar, Leyre, lleno de creatividad.

Gracias por compartir.

Cuando dos miradas se cruzan, no se necesita más nada

Gracias Delia, un abrazo.

A veces una mirada vale más que mil palabras.
Gracias Kaina, abrazo.