ORACIÓN

Oración

Dios, Yahvé, Jehová, Trinidad Santa,
Señor, Alá, Tata Dios, Todopoderoso,
o como quieras que te llames en este mundo,
por intermedio de tu santa Madre,
y de los santos, ángeles y arcángeles del cielo,
humildemente me postro ante Ti y te pido:

Que perdones y tengas misericordia
de mis faltas a tu amor y a mis hermanos.
Perdona mis rebeliones, mis enfados contigo
y el escepticismo que me inunda a veces.
No permitas que pierda la Fe.
No quiero ser ateo.
Debe ser feo no creer en nada ni en nadie.
Te doy gracias por todo
lo que me has dado en esta vida,
bendiciones materiales y espirituales
y por todo aquello
que mi entender no conoce o recuerda.

Bendice a mis seres queridos,
a las personas que quiero y no quiero.
De cuerpo, mente y espíritu
consérvanos sanos y cuerdos.
Atiende nuestras necesidades
y que esta sociedad de consumo,
este mundo “globalizado”,
no nos hagan perder
el verdadero sentido de la vida.

Líbranos de toda maldad,
injusticia e indiferencia,
(de los moralistas y conservadores también),
pero sobre todo de vivir sin amor.
Dices, que si amamos estamos cerca de Ti,
por lo tanto, dame la oportunidad
de amar todo y a todos.
Para ello, me ofrezco por entero
y te dejo lo que Tú ya conoces,
mi miseria humana y mis debilidades.

Por favor, con mucho respeto lo digo,
“no te hagas el tonto”
y acuérdate de los que viven en soledad,
los enfermos, los hambrientos, los olvidados,
los heridos del cuerpo y del alma,
los niños maltratados, abusados y abandonados,
los jóvenes sin futuro, perdidos y desesperanzados,
los obreros explotados, engañados y sometidos,
las familias fracturadas, destruidas y marginadas
Y por favor, algo importante,
que yo también me acuerde de todos ellos,
y que al menos, ame a los que están a mi lado.

Que aprenda a aceptar tu voluntad
o por lo menos, a comprenderla.
¡No nos desampares tanto!

Que cada instante de mi vida
y hasta el día de la muerte,
Tú estés en mí presente,
llenándola totalmente,
para reencontrarme contigo y tu Madre
en el cielo eterno de la gloria.

AMÉN