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por Quetzalcoatl Vallejo Jue Ene 12, 2012 10:32 amAmo a una cascabel que deja un poco de luz en las personas que le miran.
Que activa volcanes
y aparenta ser un astro.
Amo a esa serpiente única en su especie
que deja fuego en mi estómago
y lluvia
debajo de la frente.
Recorro su camino cada día.
E impregno las yemas de mis dedos de su aroma,
de su sentido,
de su esencia
y tal vez,
de un poco de romance.
Es una serpiente bella.
Es una serpiente parecida al cristal.
Sus ojos son un espejo claro,
brillante y eterno.
Eternamente castaño.
Y la belleza lanceolada de su cara
parece tener una sonrisa en todo momento
amargo o real.
Ha llorado…
La he visto.
Pero nunca me ha visto llorar con ella.
Y cada una de sus lágrimas tristes
es un poro de vacío que cae en mí.
Quisiera tocar una lágrima suya
o delinear su sonrisa con mis manos.
Rozarla lentamente y sentirme revivido;
alegre.
Tengo una infinita sed de su veneno.
Tengo una infinita sed de mi muerte
si ella no está haciendo dunas en mi cuerpo vacío.
La quiero tanto que nunca he dejado que me mire
y rompa la telaraña de cristal y oro que me he formado
en una ilusión.
La necesito tanto que moriría dos veces si muriera
y desollaría mi fe si se fuera.
Pero…
No debo quererla.
Por que yo no soy un unicornio.
Quetzalcoatl Vallejo
Última edición por Quetzalcoatl Vallejo el Vie Ene 13, 2012 8:03 pm, editado 1 vez
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