vivió y murió, murió y vivió

vivió y murió, murió y vivió

y no dejó pasar
el viento por su pelo
ni respiró el aroma
de las flores
los frutos no le dieron
su dulzura
ni el agua lavó
el mal de amores

y no sintió
la risa de los niños
ni unas manos suaves
con cariños
no permitió el sol
ver sus pupilas
ni sentir en su alma
las horas tranquilas

vivió y murio
murió y vivió
y entre las horas
de hastío y de carreras
se perdio de la vida
las flores primeras

y no dejó en sus labios
la miel de un beso
tampoco cargó en sus manos
de la tierra el peso
se dejó llevar por lo que otros le pedían
no pensó jamás en ella
y los días se perdían

no volteó a ver
cuando escuchó un piropo
tampoco se subió
al tren de un corazón loco
se difuminó su alma
y no vió las estrellas
tampoco vio explosiones
ni almas bellas

se concentró
en vaciar su corazón
no había tiempo
ni había razón
para desperdiciarlo
mirando alrededor
no había tiempo
para atreverse al amor


vivió y murio
murió y vivió
y entre las horas
de hastío y de carreras
se perdio de la vida
las flores primeras

y al pie de la tumba
un corazón apagado
una flor diariamente
y la lágrima
de quien fue
eternamente
su secreto
enamorado