Desayuno

Desayuno

En la tierra no hay nadie para mi,
los árboles callaron, las ciudades
cerraron sus balcones y sus bares,
las madres advirtieron a sus hijos,
los hijos se casaron con un ángel,
la nieve no volvió con su pureza,
sólo la sangre deja huella en el camino.
Mi soledad, tu soledad nunca son justas,
no es pan para el humilde ni es guitarra,
no es boca en la que hallar más mordedura
que un beso que quedó sin habitantes.
Si busco, si pregunto nadie acude,
si buscan, si preguntan, yo no existo,
así en dos puntas del camino nos perdimos
y extraños se apoderan de lo incierto.
La parca soledad es lo que queda
y en su mesa desayuno con mi canto.

15 10 11

Excelentes tus versos poeta Oscar! cuando la soledad deja tanta huella se siente al leer las palabras que deja...

Un abrazo navideño, bbueno un poco retardadito y el año que eentra traiga cosas muy buenas

ZZa