Blanca, fría y oscura

Opacas nubes de sombra,
cantan himnos a la muerte,
las parcas están de suerte,
el viento mismo las nombra.

Los páramos congelados,
siniestra imagen oscura,
contrasta con la blancura
de paisajes desolados.

Siento que estoy muriendo,
se me congela la sangre,
los lobos están con hambre
y mis fuerzas van cediendo.

Es que del árbol caído
todo el mundo saca leña,
como el lobo que se empeña
persiguiendo al ciervo herido.

Me envolvió la soledad
con su manto blanco y frío,
con la fe, perdí ese brío,
que me daba libertad.

Un golpe de la verdad
hizo pedazos mis sueños,
que están ardiendo cual leños,
en la fría realidad.

Emergen los nubarrones
por dentro de mis entrañas,
entretejiendo marañas
que ahogan las emociones.

Está de ronda la muerte,
mi alma ya fue su presa,
la negra noche se expresa,
volviendo oscura mi suerte.