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por caminante Jue Oct 20, 2011 7:20 am( I )
¿Qué me has visto Tú a mí,
una mujer entre mujeres,
para germinar en la virginidad de mi vientre humano
tu divinidad,
y hacerlo crisol
del Hombre entre los hombres?.
¿Qué has visto Tú en mí,
simple María entre Marías,
para hacer de mí tu fémino rostro,
tu infinita misericordia,
tu mano suave,
para la humanidad por Él redimida?.
No te elegí por la virginidad de tu vientre,
ni por la gracia de tu fémina forma,
tampoco porque te llames “María”. No.
Ni Virgo, ni Venus.
No te elegí.
Te hice.
Te hice y fuiste escondida,
guarecida entre las Marías,
las más entre las mujeres.
Sí, divina criatura,
no te elegí, Yo
te hice:
la Mujer entre las mujeres.
( II )
¿Porqué a mí,
un simple hijo entre tus hijos,
nacido entre becerros
y el aroma de los maderos,
me has cambiado el camino?
¿Porqué yo,
que nací pastor y carpintero,
hube de ser pastor de rebeldes
sobre duros suelos ajenos?
¿Para qué me hiciste el Hijo entre tus hijos,
el más a Ti parecido?,
¿acaso para cargar con todas las culpas
y caminar
por la “infiniterna” vía-crucis que esta peculiar tierra,
obra tuya, obliga
a sus involuntarios caminantes?
¿Porqué me ungiste “El Nazareno-rey”,
el Príncipe
de esa tierra tuya que tiene por suelo a los cielos
y por aire
al más bello de los sueños?
Fuiste por Mí concebido,
previsto,
para que pueda vivir en mi obra
a través tuyo.
Sí.
Diligencié que te hagan rey
en tierra de desterrados,
y que te hagas pastor
en desierto de extraviados.
Fue para que conozcas
el dolor de amarlos
(y así Yo a través tuyo)
siendo tú casi como ellos.
Sí.
Te ungí príncipe de mi reino fantástico.
Fue para que les dieras
un sueño, una esperanza
y un motivo para que aprendan
a amarte, idolatrarte, respetarte
(y también a Mí a través tuyo)
pudiendo tú más de lo que pueden ellos.
Sí. Te hice porque quise
sentir ese mundo a través tuyo,
Hijo mío.
aperuzzi
julio2008
¿Qué me has visto Tú a mí,
una mujer entre mujeres,
para germinar en la virginidad de mi vientre humano
tu divinidad,
y hacerlo crisol
del Hombre entre los hombres?.
¿Qué has visto Tú en mí,
simple María entre Marías,
para hacer de mí tu fémino rostro,
tu infinita misericordia,
tu mano suave,
para la humanidad por Él redimida?.
No te elegí por la virginidad de tu vientre,
ni por la gracia de tu fémina forma,
tampoco porque te llames “María”. No.
Ni Virgo, ni Venus.
No te elegí.
Te hice.
Te hice y fuiste escondida,
guarecida entre las Marías,
las más entre las mujeres.
Sí, divina criatura,
no te elegí, Yo
te hice:
la Mujer entre las mujeres.
( II )
¿Porqué a mí,
un simple hijo entre tus hijos,
nacido entre becerros
y el aroma de los maderos,
me has cambiado el camino?
¿Porqué yo,
que nací pastor y carpintero,
hube de ser pastor de rebeldes
sobre duros suelos ajenos?
¿Para qué me hiciste el Hijo entre tus hijos,
el más a Ti parecido?,
¿acaso para cargar con todas las culpas
y caminar
por la “infiniterna” vía-crucis que esta peculiar tierra,
obra tuya, obliga
a sus involuntarios caminantes?
¿Porqué me ungiste “El Nazareno-rey”,
el Príncipe
de esa tierra tuya que tiene por suelo a los cielos
y por aire
al más bello de los sueños?
Fuiste por Mí concebido,
previsto,
para que pueda vivir en mi obra
a través tuyo.
Sí.
Diligencié que te hagan rey
en tierra de desterrados,
y que te hagas pastor
en desierto de extraviados.
Fue para que conozcas
el dolor de amarlos
(y así Yo a través tuyo)
siendo tú casi como ellos.
Sí.
Te ungí príncipe de mi reino fantástico.
Fue para que les dieras
un sueño, una esperanza
y un motivo para que aprendan
a amarte, idolatrarte, respetarte
(y también a Mí a través tuyo)
pudiendo tú más de lo que pueden ellos.
Sí. Te hice porque quise
sentir ese mundo a través tuyo,
Hijo mío.
aperuzzi
julio2008
Última edición por kaina el Vie Oct 28, 2011 10:30 pm, editado 3 veces
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