Una gran duda
Es una tarde más de primavera,
es raro por que emigran las alondras,
es cierto porque observo el calendario
y tras de la vidriera el cielo llora.
Es una tarde más en que te busco,
como a la flor que se cayó a pedazos,
envuelta por las hojas del ocaso
quemada por tu adiós tan fiero y brusco.
Es una tarde más de la arboleda
en que las hojas caen como lluvia,
en que las calles se quedan sin rubias
y los amantes sin una moneda.
Es hora de partir, es la cornisa
en que las estaciones te despiden,
raíces guardarán, tejados, lides
y en esta tarde muerta tu sonrisa.
A quien pregunte es hora de nosotros,
los muertos, los perdidos, los que al año
de amarse descubrieron el engaño
con que la eternidad cubre su rostro.
Partimos sin dolor, sin esperanza
al sitio en que no sabes lo que viene,
si es una tarde más que se detiene
o eres tú aquel que duerme en la venganza.
Lo cierto es que es la hora del olvido,
ni primavera en flor, ni otoño en ciernes,
ni verano feraz, ni invierno o viernes,
tan sólo la verdad es lo que pido.
Amor, te vas, ya no regreses,
lo que queda del tiempo lo usaremos
en casas sin balcón, en que lleguemos
al punto en que no valga que me beses.
El cielo no será más que un tejado,
la noche un porvenir que se desnuda
y el ojo en tu ataúd una gran duda
que con el son del viento de ha cerrado.
20 04 11
Es una tarde más de primavera,
es raro por que emigran las alondras,
es cierto porque observo el calendario
y tras de la vidriera el cielo llora.
Es una tarde más en que te busco,
como a la flor que se cayó a pedazos,
envuelta por las hojas del ocaso
quemada por tu adiós tan fiero y brusco.
Es una tarde más de la arboleda
en que las hojas caen como lluvia,
en que las calles se quedan sin rubias
y los amantes sin una moneda.
Es hora de partir, es la cornisa
en que las estaciones te despiden,
raíces guardarán, tejados, lides
y en esta tarde muerta tu sonrisa.
A quien pregunte es hora de nosotros,
los muertos, los perdidos, los que al año
de amarse descubrieron el engaño
con que la eternidad cubre su rostro.
Partimos sin dolor, sin esperanza
al sitio en que no sabes lo que viene,
si es una tarde más que se detiene
o eres tú aquel que duerme en la venganza.
Lo cierto es que es la hora del olvido,
ni primavera en flor, ni otoño en ciernes,
ni verano feraz, ni invierno o viernes,
tan sólo la verdad es lo que pido.
Amor, te vas, ya no regreses,
lo que queda del tiempo lo usaremos
en casas sin balcón, en que lleguemos
al punto en que no valga que me beses.
El cielo no será más que un tejado,
la noche un porvenir que se desnuda
y el ojo en tu ataúd una gran duda
que con el son del viento de ha cerrado.
20 04 11
Hoy a las 7:45 am por eledendo
» Los Sabios de Oriente
Lun Ene 06, 2025 3:59 pm por jorge enrique mantilla
» EN TU AMOR
Jue Dic 12, 2024 2:17 pm por eledendo
» MERCADERES DEL TEMPLO
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
» CREPÚSCULO: breve cántico
Dom Nov 03, 2024 2:26 pm por eledendo
» Del esplendor imposible
Mar Oct 01, 2024 8:03 pm por caminandobajolalluvia
» Del esplendor imposible
Miér Sep 18, 2024 2:45 pm por eledendo
» Te digo adiós
Mar Sep 10, 2024 11:53 pm por kin
» Arrugas
Vie Ago 30, 2024 7:28 am por jorge enrique mantilla