MIRA LA LUNA

La oscuridad nos miraba atentamente
entrelazados y tristes.

Degustando el más triste amor entre nosotros.

Me dijiste en un silencio…


“mira,
mira la Luna…”


A lo que contesté que me valía un carajo la Luna
te dije que esa Luna la podría mirar todas las noches de mi existencia.

Pero que prefería mirar tu rostro
mucho más bello que esa Luna llena.

Y esa era la última noche que podría mirarlo tan de cerca
porque ambos sabíamos que habíamos dejado de ser amantes.

Tu rostro sonriente y triste…

Tus bellos ojos apagados,
asfixiándome.

Eras tú despidiéndote de mí.

Insististe entonces…

“mira la Luna…”

y yo sin dejar de mirarte,

jamás te dije nada…


Quetzalcoatl Vallejo.

Testigo muda la desdichada luna... Que gusto leerte amigo.
Besos

un poema libre de muy buena trama
me encanta la solidez del final, y como toma forma
con el berrinche y pataleo gritandole o gestandole culpas
a Ixchtel la buena luna siempre está dice la voz
el sol de la que se va es lo que cuenta... muy buen poema
difiero un poco, prefiero a las lunas, soy una flor de sombra
pero eso es tema diferente, saludos amigo