Quisiera ver los huecos
En las líneas de aquél viaje,
Que agotaran el aire,
Transparente y usurpado
Por un beso inventado
En la mente de un hablante.
Pero no encuentro espacios
En toda una fantasiosa,
Lírica y estruendosa
Batalla de los impulsos;
Que dejaran a un intruso
Una fábula tan hermosa.
Y el beso allí estuvo…
Mis ojos se encontraron
Con la blancura al instante.
Y esperando el sonido
De un rosado vibrante,
Cayeron así, rendidos
Y muertos revividos
Por la ecléctica obra de arte.
Caminaron tan ajenos
Los pies, a su propio tiempo,
Sin saber mi persona
Hacia qué vasto cielo
Podrían haberme llevado,
A tu lado y sobre el suelo.
Y el viaje era como el beso…
(Tímidas y cortas palabras,
Inocentes imágenes,
Miradas café tan llenas
De brillos y risotadas).
Un frágil segundo
En la eternidad real,
Tenía que terminar…
¡No es tan hermoso el mundo!
Se nos hacía evidente
El desconcierto inerte
De un viaje anudado.
Y en tu rostro reflejado
Vi mi cruel descontento
Por llegar firme y sarcástico
El fin de aquél momento.
¿Tan hermoso había sido
Que esos espacios no encuentro?
Temiendo el quiebre
Y suspirando lamentos,
Me despedí falso y ajeno
A tan hermoso impulso:
El de hacer de aquél momento
Inexistente e intruso
De un viaje, lo hermoso;
De ese adiós, un beso.
Sin embargo, aquí estará…
En las líneas de aquél viaje,
Que agotaran el aire,
Transparente y usurpado
Por un beso inventado
En la mente de un hablante.
Pero no encuentro espacios
En toda una fantasiosa,
Lírica y estruendosa
Batalla de los impulsos;
Que dejaran a un intruso
Una fábula tan hermosa.
Y el beso allí estuvo…
Mis ojos se encontraron
Con la blancura al instante.
Y esperando el sonido
De un rosado vibrante,
Cayeron así, rendidos
Y muertos revividos
Por la ecléctica obra de arte.
Caminaron tan ajenos
Los pies, a su propio tiempo,
Sin saber mi persona
Hacia qué vasto cielo
Podrían haberme llevado,
A tu lado y sobre el suelo.
Y el viaje era como el beso…
(Tímidas y cortas palabras,
Inocentes imágenes,
Miradas café tan llenas
De brillos y risotadas).
Un frágil segundo
En la eternidad real,
Tenía que terminar…
¡No es tan hermoso el mundo!
Se nos hacía evidente
El desconcierto inerte
De un viaje anudado.
Y en tu rostro reflejado
Vi mi cruel descontento
Por llegar firme y sarcástico
El fin de aquél momento.
¿Tan hermoso había sido
Que esos espacios no encuentro?
Temiendo el quiebre
Y suspirando lamentos,
Me despedí falso y ajeno
A tan hermoso impulso:
El de hacer de aquél momento
Inexistente e intruso
De un viaje, lo hermoso;
De ese adiós, un beso.
Sin embargo, aquí estará…
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