RETORNO A ITACA

Vuelvo a hundir las manos en el mar
en los viejos lagares de la pena
y mastico el pan del tiempo ausente
y el vino del dolor que me condena.

He llegado a la ciudad,
a las colinas azules que fueron nuestras
y contemplo las casas de una en una
las azoteas blancas, las callejas.

Contemplo desde la soledad de la colina
las puertas del desengaño, casi ciega
el ayer y la tierra que sembramos
y que hoy es ajena.

Cierto amoremo,los recuerdos vienen de vez en cuando, pero yo siempre les dejo la puerta abierta para que entren y luego se vayan . Gracias siempre por tus palabras.

Me encanta tu estilo querida amiga, muy elegante, de una cadencia suave que te va transportando a los paisajes y sentires de tu poema.

Felicidades, beso.

quétzal.

Hay paisajes que se quedan en la retina inmutables a pesar de la nostalgia.
Gracias por tus bellas palabras,siempre son un incentivo.
Abrazos amigo Quetzal.