EL ENIGMÁTCO DOCTOR L (IV)

Los tres días de plazo que me dió el militar para encontrarme de nuevo con el dueño de la librería,pasaron raudos y veloces;durante ese tiempo me había enfrascado en releer "Ulises",en el transcurso de la lectura pude hallar entre las páginas del libro,una foto mía de los años T,además una tira de papel,en donde había escrito: "huir lo más lejos posible del odiado escenario de mi paso en falso,de mi error de sen...".La foto en cuestión me llamó poderosamente la atención,por que en ella se veía los primeros rasgos de lo que en la actualidad es mi rostro,de ésta mi vida que va discurriendo inexorablemente a un fin incierto.El escrito me hizo especular en varias interrogantes: ¿cuál fue mi paso en falso? y ¿por qué tratar de huir de ese odiado escenario?,lo que más me intrigaba de la cita es ¿por qué no pude concluir con el escrito?,tal vez,si hubiera concluido con el pensamiento completo,hubiera entendido mejor el discurrir de mi vida a comienzos del año T.Agotado el libro de Joyce,lo que no fue fácil,ya que fue una tarea casi imposible de releer sus cerca de ochocientas caras,emprendí lo que consideraba la segunda etapa para lograr una entrevista con el Doctor L.Mentalmente me hallaba cansado,sin embargo el deseo de curarme era más imperioso,que contradictoriamente con mi estado mental,me hallaba lúcido para cumplir las indicaciones que me habían hecho el librero y el militar.
Para hallarme por segunda vez con el bárbado librero salí de mi departamento a las once de la noche del día U,dejé mi habitación al azhar,sin las seguridades correspondientes,ya que estaba firmemente convencido de que no ocurriría nada anormal en él.El cielo límpido,con una atmósfera serena,predecían acontecimientos positivos para lo que estaba buscando...esa era mi predicción.Con ese ánimo mis pasos se aligeraron y tomaron sucesivamente la Avenida T,cruzando la Avenida P,enrumbando hacia el Oeste,cual marinero extraño en una ciudad desconocida por no hallar el mar en extensión.De repente ya estaba en el Puente E,mis ojos viraron hacia abajo para contemplar la ociosidad de las aguas turbias del Río R,que seguía su travesía para hallar el majestuoso OP.;atravezando el puente se deslizaron por mi mente hechos pasado que ya los había olvidado.Maquinalmente,después de cinco minutos aproximadamente,ya me hallaba en la Plaza UN,estaba casi al filo de la medianoche,en la Plaza observé un ruedo conformado por personas,alrededor de un tipo de aspecto desaliñado y grasiento que hacía funcionar una ruleta,al más puro estilo rufianesco,me acerqué al ruedo y fui presa de la participación en el juego;el ruletero conminaba a poner el dinero en uno de los dieciseis rectángulos y señalaba automáticamente: pasa luna,pasa sol,échenle a la sirena,a la estrella,a la espada,al gitano...pasa luna,pasa sol y sigan deferente los mirones,que con ellos no juego,"mirandas" váyanse si no quieren apostar e intempestivamente la ruleta dejaba de funcionar,gracias a un mecanismo que el ruletero manipulaba,para luego hacerlo girar nuevamente,ésta debería parar indudablemente en un rectángulo favorable al ruletero...y así nuevamente con el pasa luna,pasa sol...la ruleta iniciaba su giro rápido,violento,para ir disminuyendo y fijarse casi en seco en el gitano,el ruletro gritaba extasiado: el pirata paga siete dólares...del señor,del señor es;era más que seguro que el ganador era el "gancho" o cómplice,con lo cual quedaba demostrado que el ruletero era "el verdadero ganador";estuve a punto de apostar a la estrella,al final me desnimé y no aposté a nadie.Al lado mío había una mujer de aspecto de "ramera" de medianoche,de esas que se podían acostar por un un dolar americano,la tipa en cuestión,sin embargo,tenía el aspecto de gitana bonita,cuya vestimenta pedía a gritos un cambio de hace años y años,lo que me interesó de ella era su reloj,con el objeto de saber la hora,le pregunté a boca de jarro:¿qué hora era?,me contestó: ¿para qué quería saber la hora?...si todos los que estaban en el ruedo nos quedaríamos a jugar en la ruleta hasta las cinco de la madrugada y que en ese momento ella se convertiría en la ruletera y no fue mentira,ya que inmediatamente tomó las riendas del funcionamiento de la ruleta y comenzó a mascullar: pasa luna,pasa sol,apuesten a la estrella,al gitano,a la espada...Pensé que en un momento determinado me iría a tocar el turno,de ser el ruletero,quería escabullirme del ruedo en forma sigilosa,ya lo estaba haciendo cuando escuché la voz de una niña de aspecto cadavérico,que me increpaba con una palabra que hacía tres días lo había escuchado:...¡embustero!,para agregar:¡no te largues!...

El desconocido,"enigmático" diría yo,es ese Doctor L,que hasta el momento no doy con él.Pero sí,te lo aseguro,que llegaré a dar con ese personaje misterioso.No creo que me haya metido en un callejón sin salida.

Saludos